
Indígenas Amazónicos, Brasil. © Fiona Watson/Survival
Los pueblos aislados están siendo muy amenazados hasta el punto de estar al borde de la extinción. Para los pueblos aislados, el contacto con el mundo exterior es origen de enfermedades, ya que su sistema inmunológico no está adaptado y no resiste ciertas infecciones comunes en los pueblos modernos.
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Los nukak.
Los Nukak son un pueblo indígena aislado que habitan algunas regiones de la amazonia colombiana. En la actualidad se tiene información de alrededor de 34 tribus que se enfrentan a la extinción.
Los nukak habitan lugares escondidos de la selva, son nómadas y viven en pequeños grupos sociales con un máximo de 30 personas, en el interior de la selva y lejos de los ríos, aunque son nómadas y se desplazan de manera continua.
Esta etnia indígena se encuentra casi al borde de la extinción debido a la actuación externa. Los lugares que habitan han recibido la llegada de cocaleros y, en buena parte, han huido de su tierra después de verse atrapados en la violencia de la guerra civil colombiana.

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Los indígenas Mashco-piro de Perú.
Los Mashco-piro son un pueblo aislado que habita en la región amazónica peruana, el cual está en peligro de extinción debido a las enfermedades y la pérdida de sus tierras.
Este pueblo indígena no posee algunas defensas para ciertas enfermedades, por lo cual el contacto con el mundo exterior es, a menudo, el origen de las enfermedades.

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Indígenas ayoreo totobiegoso de Paraguay.
Los ayoreo totobiegoso del Paraguay cultivan calabazas, habas, melones y cazan en el bosque para suplir sus necesidades alimenticias.
La residencia de los ayoreo totobiegoso se extiende por el Chaco, una zona de monte que cubre desde Paraguay a Bolivia y Argentina. Son nómadas y cazadores-recolectores. Algunos viven en casas comunales, con cuatro o cinco familias, y las comunidades sedentarias habitan en cabañas individuales familiares.
En la actualidad están amenazados debido a que sus tierras se explotan en buena parte para obtener madera, lo que merma el espacio para vivir. Por ello, piden la titularidad territorial sobre una porción de su territorio. La propia legislación paraguaya le reconoce el derecho a la titularidad sobre sus tierras tradicionales, aunque todavía este reconocimiento no se cumple.
El primer contacto con otras personas se registró en los años cuarenta y cincuenta. Desde entonces, muchos han muerto en los intentos de expulsión de sus tierras o en cacerías humanas.

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Indígenas jarawa.
Las tierras de los jarawa se han invadido para construir una carretera que cruza la selva y fragmenta su habitas.
Los jarawa son un pueblo aborigen que durante milenios ha vivido en las selvas de lo que hoy son las Islas Andamán del sur y Andamán del medio, en donde se dedican a la agricultora y la ganadería sedentaria.
Se dedican sobre todo al ganado de cerdos salvajes y lagartos monitor, a la pesca con arcos y flechas y a la recolección de semillas, bayas y miel. Viven en nueve grupos de cuarenta o cincuenta personas en Andamán del Sur y Andamán del Medio.
En la actualidad, los jarawa están gravemente amenazados debido a la acción de furtivos que acampan en la selva durante días, cerca de ellos. Sus tierras se han invadido para construir una carretera que cruza la selva y trae colonos, cazadores furtivos y madereros.

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Indígenas awá de la Amazonia.
Los awás residen, en su mayoría, en reservas de Brasil, en el estado amazónico de Maranhão. Son nómadas, cazan, pescan y recolectan productos del bosque, por lo que dependen de la riqueza del entorno. Sin embargo, la selva es objetivo de los madereros y de los colonos, que acaban con la caza. Se ha construido una red de carreteras que atraviesa el territorio y más de un 30% del área selvática de la tierra de los awás se ha destruido desde 1985.
Un buen número murió al contactar con la población del país por el contagio de enfermedades comunes frente a las que no tienen inmunidad. Otros aún no han entablado contactos y viven en una permanente huida porque temen tener contacto con otras poblaciones no indígenas.
