Esta celebración es una fiesta religiosa de origen cristiano que conmemora la pasión de Cristo, es decir, de la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
En la Semana Santa se realizan al rededor del mundo numerosas muestras de fe y religiosidad, entre las cuales podemos destacar las procesiones, penitencias y las representaciones de la Pasión, muerte y resurrección de Jesús.
El origen de la semana santa.
Existen dos hipótesis muy relevantes sobre el origen de la semana santa. Sin embargo, una de ellas es la más relevante debido a que nace de la misma concepción de los evangelios.
La primera hipótesis frente al origen de la semana santa indica que esta celebración “tiene sus orígenes en las festividades paganas, de la Diosa Astarté”, una diosa mesopotámica, que para los griegos sería Afrodita.
Se cree que, en el primigenio mito de la creación de los babilonios, un huevo de gran tamaño cayó desde el cielo al río Éufrates. Luego, de este huevo fue engendrada la diosa Astarté, a la cual, se le rendía culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad. Entendiéndose así que se celebra el inicio de la Pascua por ella.
El origen cristiano de la Semana Santa.
Para los cristianos, “la celebración de la semana santa tiene sus inicios en los evangelios: Marcos, Mateo, Juan y Lucas, mencionados en la Biblia”.
En cada uno de estos evangelios se relata las vivencias y experiencias que vivieron a través de la pasión, la muerte y resurrección de Cristo, que son tres de los acontecimientos más importantes y fundamentales para el cristianismo, los cuales se representan durante esta semana.
Al igual, esta idea se complementa con otro evento religioso, la Pascua, debido a que, en uno de estos libros sagrados, específicamente el Éxodo, se manifiesta que Jesús es el cordero de Pascua, el cual será sacrificado para redimir cualquier pecado de los hombres en la tierra.
Sin embargo, no fue hasta el año 325, cuando el Concilio de Nicea estipula la fecha para la celebración de Pascua para todo el ámbito católico occidental. Desde ese momento cada país ha ido construyendo un conjunto propio de celebraciones, ya que la finalidad mundial principal es celebrar o rememorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.