Dese la antigüedad la comunicación es un factor indispensable para la vida social, en sus primeros comienzos el hombre utilizo maullidos y señales para orientarse y expresar sus emociones o necesidades, ahora en nuestros días los sistemas de computación se han convertido en herramientas indispensables para la vida social de los pueblos. Desde la invención de la primera maquina de computación, el hombre descubrió un mundo nuevo de posibilidades para darle un vuelco total a nuestra forma de expresarnos o transmitir nuestras ideas.
La computadora clásica a sido uno de los grandes logros del hombre, esta le abrió la puerta a un mundo de múltiples posibilidades, cerro las brechas en el comercio expandiéndolo de forma global haciendo mas fácil y rápida todas las transacciones; Todo apuntaba a que esta seria el modelo ideal para nuestras futuras generaciones debido a su gran utilidad y sociabilidad que acogió con todas las personas al rededor del mundo. Paradójicamente no es así, ahora la nueva revolución en los software inteligentes apuntan a las nuevas computadoras cuánticas, las cuales están cambiando la forma de transmitir la información.
A medida que evoluciona la tecnología, aumenta la escala de integración y caben más transistores en el mismo espacio; así se fabrican microchips cada vez más pequeños, y es que, cuanto más pequeño es, mayor velocidad de proceso alcanza el chip. Sin embargo, no podemos hacer los chips infinitamente pequeños. Hay un límite en el cual dejan de funcionar correctamente. Cuando se llega a la escala de nanómetros, los electrones se escapan de los canales por donde deben circular. A esto se le llama efecto túnel.
Una partícula clásica, si se encuentra con un obstáculo, no puede atravesarlo y rebota. Pero con los electrones, que son partículas cuánticas y se comportan como ondas, existe la posibilidad de que una parte de ellos pueda atravesar las paredes si son los suficientemente delgadas; de esta manera la señal puede pasar por canales donde no debería circular. Por ello, el chip deja de funcionar correctamente. En consecuencia, la computación digital tradicional no tardaría en llegar a su límite, puesto que ya se ha llegado a escalas de sólo algunas decenas de nanómetros. Surge entonces la necesidad de descubrir nuevas tecnologías y es ahí donde la computación cuántica entra en escena.
La computación cuántica es un paradigma de computación distinto al de la computación clásica, esta presenta una nueva generación en el mundo informático. Se basa en el uso de qubits en lugar de bits, y da lugar a nuevas puertas lógicas que hacen posible nuevos algoritmos, es decir, con la computadora cuántica algunos problemas intratables pasan a ser tratables.
La idea de computación cuántica surge en 1981, cuando Paul Benioff expuso su teoría para aprovechar las leyes cuánticas en el entorno de la computación. En vez de trabajar a nivel de voltajes eléctricos, se trabaja a nivel de cuanto. En la computación digital, un bit sólo puede tomar dos valores: 0 ó 1. En cambio, en la computación cuántica, intervienen las leyes de la mecánica cuántica, y la partícula puede estar en superposición coherente: puede ser 0, 1 y puede ser 0 y 1 a la vez (dos estados ortogonales de una partícula subatómica). Eso permite que se puedan realizar varias operaciones a la vez, según el número de qubits.
El número de qubits indica la cantidad de bits que pueden estar en superposición. Con los bits convencionales, si teníamos un registro de tres bits, había ocho valores posibles y el registro sólo podía tomar uno de esos valores. En cambio, si tenemos un vector de tres qubits, la partícula puede tomar ocho valores distintos a la vez gracias a la superposición cuántica. Así, un vector de tres qubits permitiría un total de ocho operaciones paralelas. Como cabe esperar, el número de operaciones es exponencial con respecto al número de qubits. Para hacerse una idea del gran avance, un computador cuántico de 30 qubits equivaldría a un procesador convencional de 10 teraflops (10 millones de millones de operaciones en coma flotante por segundo), cuando actualmente las computadoras trabajan en el orden de gigaflops (miles de millones de operaciones).
En la actualidad los programadores cuánticos de la primera carrera tienen enormes oportunidades para convertirse en líderes de un campo de transformación. Aún que no se ha resuelto el problema de qué hardware sería el ideal para la computación cuántica. Se ha definido una serie de condiciones que debe cumplir, conocida como la lista de Di Vincenzo, y hay varios candidatos actualmente. Pero necesitan una amplia investigación para la aplicación de los logaritmos en el hardware debido a que sus primeros proyectos de logaritmo presentan problemas o errores por lo cual se debe ampliar mas en la investigación de la física cuántica aplicada a los software inteligentes.