La humanidad siempre se ha enfrentado a grandes amenazas que pueden poner en peligro nuestra existencia en este planeta (La tierra), desde grandes epidemias como la cólera, la peste bubónica o el SIDA; Al igual nos hemos enfrentado a otras amenazas que provienen del espacio exterior como los asteroides, los cuales ya tiene su marca personal con la extinción masiva de los dinosaurios durante la era del Jurásico. Paradójicamente en el corazón de los Estados Unidos existe una amenaza más letal que la que representan los asteroides para este planeta.
Muchos científicos a lo largo de la historia de los Estados Unidos plantearon el peligro que representaba el súper volcán de Yellowstone para la humanidad, advirtieron que la posible erupción de incluso uno de los 20 supervolcanes conocidos puede causar daños catastróficos al planeta, superando incluso el impacto de un asteroide.
El super volcán de Yellowstone se encuentra inmerso en el corazón de los Estados Unidos, el el parque Yellowstone, al noroeste de los Estados Unidos de Norteamérica. Está rodeado de tres estados (Idaho, Montana y Wyoming), aunque en su mayor parte se encuentra al noroeste de Wyoming. El centro del parque se sitúa a 110° 30′ 03 de longitud occidental y 44° 36′ 53 de latitud septentrional, que es la misma latitud que la ciudad de Burdeos. Yellowstone está rodeado de terrenos federales como “Federal Lands”. El Parque Nacional de Gran Teton se encuentra a pocos kilómetros al sur. El parque de Yellowstone se extiende sobre 8983 km², el 96 % de ellos en el estado de Wyoming, un 3 % en Montana y un 1 % en Idaho. Tiene 102 km de longitud de Norte a Sur, y 87 km de Este a Oeste.
Este lugar posee una geografía comprendida a una altitud de 2400 m. Sus altitudes oscilan desde los 3462 m del pico Eagle hasta los 1610 m del arroyo Reese. La región está rodeada por macizos montañosos que pertenecen a las Montañas Rocosas, cuyas cumbres alcanzan entre 3 000-4 000 m de altitud: al noroeste, la cordillera Gallatin; al norte, las montañas Beartooth; al este y sureste, la cordillera Absaroka; al sur, la cordillera Teton; y, al oeste, el macizo de Madison. La cumbre más alta de la meseta y del parque es el monte Washburn que alcanza los 3122 m. La gigantesca caldera de Yellowstone se encuentra en el centro del parque y está casi enteramente cubierta por restos volcánicos, por lo que su relieve es difícilmente observable.
Volcán Yellowstone.
La caldera de Yellowstone, también conocida como supervolcán de Yellowstone, mide aproximadamente 55 por 72 km4 y se encuentra en la esquina noroeste de Wyoming, donde se sitúa la mayor parte del parque. La caldera se formó durante la última de las tres supererupciones que se produjeron a lo largo de los últimos 2,1 millones de años. Primero se produjo la erupción de Huckleberry Ridge hace 2.100.000 años, en la cual se creó la caldera de Island Park y la toba de Huckleberry Ridge. Luego, hace 1,3 millones de años, se produjo la erupción de Mesa Falls, que creó la caldera de Henry’s Fork y la toba de Mesa Falls. Finalmente, hace 640.000 años, se produjo la erupción de Lava Creek que formó la caldera de Yellowstone y la toba de Lava Creek.
Reciente en la era geológica, se creó durante una supererupción que ocurrió hace 640.000 años. La caldera se encuentra sobre un punto caliente, donde la roca fundida caliente del manto sube hacia la superficie. Aunque en la actualidad el punto caliente de Yellowstone se encuentra debajo de la meseta de Yellowstone, anteriormente contribuyó en la creación de la planicie de Snake River oriental (al oeste de Yellowstone) mediante una serie de enormes erupciones volcánicas. Aunque el punto caliente parece moverse a través del terreno en una dirección este-noreste, en realidad el punto caliente es mucho más profundo que el terreno y se mantiene estacionario; es más bien la placa Norteamericana que se desplaza encima del punto caliente en dirección oeste-suroeste.
Peligro para el planeta y una posible erupción que extinguirá la vida.
La última gran erupción del supervolcán de Yellowstone, la erupción de Lava Creek que ocurrió hace unos 640.000 años, expulsó aproximadamente 1000 km3 de roca, polvo y ceniza volcánica. Desde 1923 los geólogos están vigilando de cerca el ascenso y la caída de la meseta de Yellowstone en promedio 1,5 cm por año como una indicación de los cambios en la presión de la cámara de magma.
Entre 2004 y 2008 se registró un movimiento ascendente del piso de la caldera de Yellowstone de casi 7,6 cm por año, es decir más de tres veces mayor que lo anteriormente observado desde el inicio de estas medidas en 1923. Desde el verano de 2004 hasta el verano de 2008, la superficie de la tierra en la caldera subió hasta 20 cm en la estación de GPS de White Lake. A finales de 2009, el proceso de levantamiento había disminuido considerablemente.
Los estudios y análisis pueden indicar que el mayor riesgo emane de la actividad hidrotermal, la cual se produce independientemente de la actividad volcánica. En los últimos 14.000 años las explosiones hidrotermales produjeron más de 20 grandes cráteres, resultando en accidentes geográficos tales como Mary Bay, Turbid Lake, y Indian Pond que se formó por una explosión en 1300 a. C.
Lisa Morgan, investigadora del USGS, exploró esta amenaza en un informe de 2003, y postula que un terremoto puede haber desplazado más de 2.200.000 m de agua en el lago Yellowstone, creando olas colosales que desatascaron un sistema geotérmico tapado, lo que resultó en la explosión hidrotermal que formó María Bay.
Otros estudios muestran que terremotos que se producen a grandes distancias pueden tener efectos en Yellowstone; por ejemplo, el terremoto de Landers de 1992 de 7,3 MW que ocurrió a una distancia de 1300 km en el desierto de Mojave en California desencadenó un enjambre de sismos en Yellowstone, y el terremoto de Denali de 2002, con una magnitud de 7,9 MW, que ocurrió en Alaska a una distancia de 3200 km, cambió la actividad de muchos géiseres y aguas termales de Yellowstone durante varios meses.
Las conclusiones también plantean de que la súper caldera de Yellowstone es una amenaza a nivel global, debido a que su posible erupción volcánica o una explosión hidrotermal, afectaría la placa americana lo que desencadenaría una cadena de eventos catastróficos como súper terremotos y la expulsión de gran cantidad de material volcánico a distancias inimaginables, al igual que podría generar un enfriamiento acelerado del planeta por la gran emisión de ceniza durante la explosión a nuestra atmósfera y así generar una nueva era de hielo.