El video muestra dos jirafas reticuladas, una madre con su hija que poseen una extraña particularidad genética llamada leucismo, que inhibe la pigmentación en las células de la piel. A diferencia del albinismo, los animales con leucismo no dejan de producir pigmentos oscuros en sus tejidos blandos, por lo que no pierden la coloración de los ojos y otras partes corporales.
Según el Programa de Conservación de Hirola, que administra el área donde fueron encontradas las jirafas, esta es la tercera vez que se avista este tipo de animales. Una de ellas había sido en enero de 2016, ocasión en que se logró fotografiar a uno de los raros ejemplares en Tanzania.
El leucismo es una particularidad genética debida a un gen recesivo, que da un color blanco al pelaje o plumaje (los ojos mantienen su color normal, a diferencia de los albinos).
El leucismo es diferente del albinismo: los animales leucísticos no son más sensibles al sol que el resto. Al contrario, pueden ser incluso ligeramente más resistentes pues al tener el color blanco un albedo elevado protege más del calor. Lo contrario del leucismo es el melanismo.
Es muy raro esta particularidad genética en las jirafas, pero en la naturaleza cualquier cosa puede pasar y mas con los altos patrones de cambio en los ecosistemas de estos animales. En muchas ocaciones este raro padecimiento genético le puede afectar a las jirafas en sus ecosistemas debido a que el color blanco las hace mas vistosas frente a las manadas de leones que abundan en estos lugares.
Las autoridades del parque se han comprometido para cuidar al máximo estos ejemplares ya que representan una gran atracción de turistas y aficionados que ahora quieren poder fotografiar estos ejemplares en la reserva natural.