La resina del ámbar le ha servido a la humanidad como bóveda generacional de numerosas especies que habitaron hace millones de años y se extinguieron, así lo demuestra el reciente descubrimiento de una nueva especie de mosca Anthomyzidae fosilizado en ámbar.
Según un nuevo estudio publicado en la revista de fomento científico en la zoología ‘ZooKyes’, un equipó de investigaciones que contó con investigadores del Museo de Silesia en Opava, República Checa y el Museo Nacional de Historia Natural y Editores Pensoft, en Sofía, Bulgaria; han descubierto una nueva especie de mosca Anthomyzidae fosilizada en ámbar báltico.
Los investigadores han bautizado a la nueva especie con el nombre de ‘Protanthomyza grimaldii’ en honor al Profesor “David Grimaldi”, un distinguido dipterista y paleontólogo estadounidense, quien contribuyo grandemente en la descripción y reconocimiento de las moscas fósiles de ámbar, incluidos los acalyptrates (principalmente del ámbar dominicano).
Protanthomyza grimaldii y el ámbar báltico.
Protanthomyza grimaldii, hace parte de Anthomyzidae ( Diptera ), un taxón con al menos 12 especies extintas descritas a partir de la resina del ámbar, las cuales pertenecen a cuatro géneros descubierto en su mayoría en fragmentos de resina de ámbar báltico de hace 48 a 34 millones de años.
Por las observaciones, la mosca fosilizada en la resina del ámbar báltico tiene un tamaño aproximado de 2,6 mm; un color general marrón a marrón negruzco y sólo la cabeza y algunas extremidades parcialmente ocre a amarillo.
Esta nueva especie de mosca fosilizada en la resina del ámbar báltico ha sido descubierta en la mina Yantarny de la región de Kaliningrado en Rusia; incrustada en un fragmento de resina de ámbar con forma de carámbano con un tamaño de aproximadamente 45 × 20 × 11 mm, con múltiples capas y agregación de inclusiones.
Esta región es bastante rica en este tipo de resina de ámbar, en ella se han encontrado numerosos hallazgos de insectos fosilizados de los cuales no se sabía nada. Cómo es el caso del reciente descubrimiento de un escarabajo errante. Los fósiles encontrados tienen una datación de por lo menos 34 millones de años debido a que han sido datados del mioceno medio y tardío.