Reciente orden del gobierno mexicano en intervención con la secretaría de Relaciones Exteriores le ha permitido repatriar algunos objetos antiguos de innumerable valor histórico al Perú como un gesto de amistad entre naciones hermanas.
Según lo ha informado el gobierno mexicano en un comunicado en el Instituto de Antropología e Historia de México, el Gobierno de México repatrió a la República de Perú un lote de 37 piezas antiguas culturales, entre las cuales en su mayoría pertenecen a las antiguas culturas precolombinas que habitaron la nación sudamericana.
Las autoridades mexicanas creen que esta restitución, que en gran parte constituye un acto de buena fe, también se constituye en un gran ejemplo para otras naciones que albergan bienes culturales patrimoniales históricos de otras naciones. También permite que de esta forma se luche conjuntamente entre naciones el tráfico ilegal de bienes culturales patrimoniales de culturas antiguas que se encuentran fuera de México, Perú y otras naciones en el mundo.
Entre estos objetos culturales antiguos repatriados, los especialistas destacaron algunos de ellos como evidencias de la cultura peruana, entre los cuales encontramos un arco temporal que va del 200 d.C. al periodo virreinal (representado por un par de vasos de madera); ejemplos notables de las expresiones de la alfarería, la metalurgia y la industria textil de los estilos Nazca, Chimú, Inca, Lambayeque, Recuay y Chancay.
Para la repatriación de estos objetos antiguos patrimoniales del Perú en México, las autoridades contaron con la colaboración del INAH, el cual realizó la filiación cultural de estos bienes culturales antiguos de la Subdirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas, con asesoría del Ministerio de Cultura de Perú, quienes concluyeron que, en su mayoría, se trata de evidencias de las culturas que se asentaron en su territorio antes de la conquista española.
Para México, esta repatriación se convierte en un gran hecho de buena fe con un país hermano (Perú), y una señal para que otros países alrededor del mundo tomen conciencia de la importancia de los objetos culturales antiguos de algunas culturas endógenas de algunos países que están en poder de otras naciones o coleccionistas, lo cual incentiva el tráfico ilegal de bienes patrimoniales y deteriora los registros históricos de estos pueblos que habitaron hace milenios en algunos países como en este caso México y Perú.