En una cueva al pie de la montaña montaña Koytendag, en Turkmenistán; En uno de los paisajes montañosos más característicos de Asia Central. Esta región es muy rica en biodiversidad, y en su gran mayoría sin descubrir, lo que hace que miles de investigadores se dirijan a estos lugares para analizar la región y tomar datos de las especies ya descubiertas y buscar posibles animales sin taxonómizar.
En la montaña de Koytendag, donde se descubrió el troglodita, existen aproximadamente unas 300 cuevas conocidas, incluyendo el sexto sistema de cavernas más grande de Asia, con unos 57 kilómetros subterráneos. En una pequeña caverna de esta región, precisamente, fue encontrado el extraño troglodita, el cual se ha convertido en el primero de una especie y un género nuevo para la ciencia. De hecho también es la primera criatura terrestre estrictamente subterránea registrada en el país.
El animal descubierto se le ha llamado Turkmenocampa mirabilis, el nombre del género (Turkmenocampa) se refiere al país de origen de la criatura, mientras que el nombre de la especie (mirabilis) significa inusual o increíble en latín para destacar su morfología única. La nueva especie de milímetros de largo, pálida y sin ojos, es similar a un insecto, cuyos parientes más cercanos son de la clase Diplura (doble cola). El hallazgo se ha publicado en Subterranean Biology por Alberto Sendra, de la Universidad de Alcalá entre otros.
Frente a este descubrimiento se ha pronunciado “Alberto Sendra”, de la Universidad de Alcalá (España). Uno de los científicos que participo en esta investigación, de la siguiente manera: “Lo que tenemos aquí no es sólo un nuevo organismo notable, sino también una asombrosa e inusual criatura que ha sufrido un largo viaje evolutivo para adaptarse al medio subterráneo de Asia Central. Mientras muchos espeleobiólogos consideran la fauna de las cuevas de Asia central como pobres, son lugares como Kaptarhana los que pueden hacer cambiar de idea a los expertos, proporcionándonos nuevas claves sobre la riqueza de la biodiversidad, la historia evolutiva, la formación y el funcionamiento de los ecosistemas subterráneos de esta parte del planeta”.
El descubrimiento de esta nueva especie requirió que los investigadores tardaran unas 8 horas analizando y buscando ejemplares dentro de una cueva, al igual implico la puesta de cebos como trampa para atraer los animales que pudieran habitar dentro de la caverna.