Las invasiones bárbaras o migraciones germánicas, es un período situado entre el siglo III y el siglo VII d.C que afectó a extensas regiones de la zona templada de Eurasia, y que acabó provocando la caída o desestabilización de grandes imperios consolidados como el imperio romano, el imperio sasánida, el imperio Guptao el imperio Han.
En sentido más restringido, las denominaciones “invasiones bárbaras” o “migraciones germánicas” son distintas denominaciones historiográficas para el periodo histórico caracterizado por las migraciones masivas de pueblos denominados bárbaros (“extranjeros”, que no hablaban una lengua “civilizada” como el latíno el griego) hacia el Imperio romano, que llegaron a invadir grandes extensiones de este, ocupandolas violentamente o llegando a acuerdos políticos, y que fueron la causa directa de la caída del Imperio romano de Occidente (la deposición del último emperador de Occidente se produjo en el 476, aunque su poder ya no era más que una ficción jurídica).
Tuvieron lugar a lo largo de un ciclo histórico de larga duración, entre los siglos IV y VI, y afectaron a la práctica totalidad de Europa y la cuenca del Mediterráneo, marcando la transición entre la Edad Antigua y la Edad Media que se conoce con el nombre de Antigüedad tardía.
- Primeras invasiones al Imperio Romano.
Entre los años 235 y 285 Roma estuvo sumida en un periodo de anarquía y guerras civiles. Esto debilitó las fronteras. Los germanos, en busca de nuevas tierras, se desplazaron hasta la frontera norte del imperio. Los emperadores de la época permitieron la entrada de los germanos bajo dos condiciones: debían actuar como colonos y trabajar las tierras, además de ejercer como vigilantes de frontera. Sin embargo, esta pacificación terminó cuando Atila, el rey de los hunos, comenzó a hostigar a los germanos, que habían invadido el Imperio.
Luego de la retirada de los hunos, las tribus bárbaras se establecieron en el interior del imperio: los francos y burgundios tomaron la Galia; los suevos, vándalos y visigodos se asentaron en Hispania; los hérulos tomaron la península itálica tras derrotar y destituir al último emperador romano, Rómulo Augústulo (476). Posteriormente, los hérulos se enfrentarían a los ostrogodos, saliendo estos últimos victoriosos, y haciéndose con el control de toda la península itálica. Cabe destacar que, si bien los germanos no eran muy desarrollados culturalmente, asimilaron muchas de las costumbres romanas, formando así la cultura europea que originó la actual cultura occidental.
- Derrumbamiento del Imperio Romano.
Después de los siglos dorados del Imperio romano (periodo denominado Pax Romana, siglos I al II), comenzó un deterioro en las instituciones del Imperio, particularmente la del propio Emperador. A consecuencia de las malas administraciones de la Dinastía de los Severos, en particular la de Heliogábalo, y tras la muerte del último de ellos, Alejandro Severo, el Imperio cayó en un estado de ingobernabilidad al cual se le denomina crisis del siglo III.
Entre 238 y 285 pasaron 19 emperadores, los cuales incapaces de tomar las riendas del gobierno y actuar de manera concorde con el Senado terminaron por situar a Roma en una verdadera crisis institucional. Durante este mismo período comenzó la llamada invasión pacífica, en la cual varias tribus bárbaras se situaron, en un principio, en los limes del Imperio debido a la falta de disciplina por parte del ejército, además de la ingobernabilidad producida en el poder central, incapaz de actuar en contra de esta situación.
Por otro lado, las guerras civiles arruinaron al Imperio, el desorden interno no sólo acabó con la industria y el comercio, sino que debilitó a tal punto las defensas de las fronteras imperiales que, privadas de la vigilancia de antaño, se convirtieron en puertas francas por donde penetraron las tribus bárbaras.
Tras una breve «estabilización» del Imperio, en manos de algunos emperadores fuertes como Diocleciano, Constantino I el Grande y Teodosio I, el Imperio se dividió definitivamente a la muerte de este último, dejándole a Flavio Honorio el sector de Occidente, con capital en Roma, y a Arcadio el sector Oriental, con capital en Constantinopla.
que buena información