Un grupo de investigadores ha descubierto una nueva especie de tortuga terrestre que vivió durante el periodo del Cretáceo en Europa, una nueva especie que está arrojando luz sobre cómo eran las diferentes especies de reptiles que vivieron durante este periodo en nuestro planeta debido a que los restos fósiles están bien conservados y guardan muchas de las características e estos reptiles primitivos.
El descubrimiento que fue revelado en la revista científica de arqueología y paleontología “Cretaceous Research”, fue realizado por un grupo de científicos de la UNED, los cuales encontraron el esqueletos más completos de un reptil primitivo del Cretáceo que vivió en Europa, en un yacimiento arqueológico conocido como la mina de Santa María de Ariño (Teruel), en España.
Según lo ha descrito el equipo de investigaciones, la nueva especie de reptil que vivió en el cretáceo hacen parte de una especie primitiva de tortuga terrestre de la que no se sabía nada hasta el momento, la cual ha sido descrita con el nombre de Aragochersis lignitesta.
Estas especies de tortugas poseen muchas características primitivas debido a que muchas de ellas vivieron con algunos dinosaurios, tenían caparazones más robustos para protegerse de los depredadores de esos tiempos, algunas no habían desarrollado aún la capacidad de retraer la cola, patas o cuello dentro del caparazón y estaban cubiertas por estructuras rígidas que les otorgaban una coraza protectora.
Así mismo, el lugar donde se extrajeron los restos fósiles de la nueva especie de tortuga (Aragochersis lignitesta), es un antiguo yacimiento fosilífero descubierto en el interior de una mina de carbón, conocida como Santa María de Ariño, en Teruel; la cual es conocida por su excelente registro fósil. Así, allí se describieron previamente varias nuevas especies de dinosaurios y cocodrilos, e incluso una pequeña tortuga de agua dulce, Toremys.
De alguna forma u otra, los investigadores han argumentado sobre la importancia del descubrimiento debido a que esta está arrojando luz sobre estos desconocidos animales que habitaron toda Europa durante el Cretáceo. Ha permitido mejorar notablemente el conocimiento sobre los heloquelídridos, tanto aportando nuevos datos sobre la anatomía craneal, del caparazón y de otras partes del esqueleto de estas tortugas, mostrando una nueva visión sobre la fauna de reptiles y otros vertebrados del Cretáceo, de cómo sería el ecosistema dominado por reptiles, en toda Europa hace millones de años.