Durante mucho tiempo las sociedades que estudian a las aves al rededor del mundo creyeron que las aves carecían en su totalidad de sociedades complejas debido a su pequeño cerebro, pero el sistema social de una gallina de Guinea de cabeza pequeña ahora sugiere que los cerebros grandes no son necesariamente un requisito para sociedades complejas de varios niveles.
El estudio científico que fue publicado en la revista científica Current Biology, fue realizado por un grupo de investigadores del Instituto Max Planck y de la Universidad de Konstanz en Alemania; los cuales han descubierto que la gallina de Guinea vulturina ( Acryllium vulturinum ) puede encontrar a sus amigos y realizar un seguimiento de su estado social en medio de una gran cantidad de aves de esta especie, pero de diferentes grupos sociales. Algo que hasta ahora se pensó solo se veía en humanos y animales mamíferos.
La gallina de Guinea vulturina ( Acryllium vulturinum ), llamadas así por su cabeza y cuello desnudos, son aves endémicas del continente africano, aun que en la actualidad se encuentra en muchos lugares del mundo por medio de la introducción de hombre como animal domestico. Originalmente son endémicas del noreste de África, en donde se ha estudiado este extraño comportamiento que las hace ver como animales sociales.
Hoy, hemos descubierto un ave que posee comportamientos sociales.
Los científicos del Instituto Max Planck y de la Universidad de Konstanz en Alemania, se empeñaron durante mucho tiempo para documentar las características sociales de estas aves llamadas Gallinas de Guinea, estudiando de esta manera una gran población de más de 440 aves de corral vulturinas adultas en Kenia durante varios años; para terminar sorprendiéndose al final al descubrir que esta gran población estaba compuesta por 18 grupos sociales, con 13 a 65 individuos que conformaban cada uno de los grupos.
Algo muy sorprendente, estas aves en medio de sus grupos respectivos mantienen practicas sociales muy complejas que intervienen en la reproducción, y la forma como conviven. Están conformados por múltiples machos y hembras, incluidas parejas reproductoras y no reproductoras, y permanecen estables a lo largo de las estaciones. Ademas se entremezclan con otros grupos durante el descanso comunitario en la noche y durante las actividades diurnas.
Algo muy llamativo para los investigadores fue el ver como algunos grupos tienden a darle espacio a otros grupos para que compartan el espacio durante la noche mientras ellos descansan, y los grupos que comparten espacio y conviven en las horas de la noche se asocian por voluntad propia y no por casualidad, pero al amanecer tienden a dividirse por individuos que vuelven a sus grupos respectivos.
Un hecho que ha hecho sospechar a los investigadores de que estas también poseen amistades complejas dentro de estos grupos respectivos, demostrando así que los seres humanos y los animales mamíferos no solo somos las únicas especies con sociedades complejas en nuestro planeta.