La lucha contra la malaria a través de la historia de nuestra humanidad ha sido frecuente y ferviente, desde una larga tarea de innovación tecnológica para controlar grandes poblaciones de mosquitos en el continente Africano o en Sudamérica; hasta la aparición de remedios de alternativa natural. Lo importante es que todos los esfuerzos han sido encaminados a evitar mas muertes que se podrían sumar a las miles que genera este parásito anualmente en nuestro planeta.
Según lo ha informado la Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical. e Higiene (ASTMH) en Baltimore, Maryland. El desarrollo de una nueva terapia a puesto un alto en las decenas de muertes de seres humanos en algunas regiones de África, por causa del mosquito. La medida, llamada quimioprevención estacional de la malaria, consiste en administrar a los niños una dosis de medicamentos antipalúdicos una vez al mes en la temporada de lluvias para prevenir la enfermedad en las regiones más afectadas. Los investigadores han demostrado previamente esta estrategia en grandes ensayos clínicos, pero temían que sus resultados positivos no se repitiesen en el mundo sucio y real, porque la quimio-prevención exige que miles de trabajadores sanitarios locales entreguen medicamentos a niños en pueblos alejados de hospitales, farmacias y caminos pavimentados.
El investigador Brian Greenwood, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que ayudó a realizar ensayos que mostraron reducciones en la prevalencia de la malaria de hasta 84%; s pronuncio de la siguiente forma: “La gente dudaba que esta intervención funcionara, porque es muy exigente”.
Algo muy relevante es que este procedimiento a ayudado directamente a más de 6,4 millones de niños en nueve países del África subsahariana (Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Guinea, Malí, Níger, Nigeria, Senegal) recibieron los medicamentos en 2016. Hasta el momento todo parece estar funcionando a la perfección, según los datos presentados en la reunión de ASTMH.
Sin embargo, el uso de esta terapia se remonta a la década de 1950, pero cayó en desgracia cuando el uso generalizado de medicamentos contra la malaria condujo a la resistencia a los medicamentos. Sin embargo, para el año 2000, más de 830.000 personas se morían de la enfermedad cada año – principalmente niños en África – y no había vacunas de gran éxito en el horizonte.
Entonces los malariólogos revisaron el enfoque. Entre 2002 y 2012, los ensayos clínicos llevados a cabo en África Occidental sugerido que las combinaciones de medicamentos contra la malaria mayores tenían el poder para prevenir 8,8 millones de casos y 80.000 muertes cada año en caso de aplicarse únicamente durante la temporada de lluvias, cuando los picos de la enfermedad.