Una de las cuestiones que mas ha inquietado al hombre es la posibilidad de la vida en otros lugares fuera de nuestro planeta. Bueno, en esta ocasión no sera tan lejos ya que es en nuestro satélite natural, la luna. Un reciente estudio realizado por la Agencia de la Aeronáutica y el Espacio Norteamericana (NASA), ha descubierto que la luna tuvo una atmósfera y una posible fuente de agua, debido a este mismo hallazgo; lo que deduciria que podrían existir algunas formas de vida micro-lunares desarrolladas hace miles de años por la presencia del agua.
La reciente investigación fue realizada por el vulcanólogo planetario del “Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA” Debra Needham en Huntsville, Alabama, y el científico planetario David Kring en el “Instituto Lunar y Planetario en Houston, Texas”, sugieren que hace miles de millones de años, la Luna realmente tenía una atmósfera la cual es la posible causa de la fuente del agua presente en la luna.
El estudio demostró que la atmósfera del satélite (LUNA) pudo ser mas pesada que la atmósfera presente en el planeta marciano (Marte), la cual podría erupcionar y mover grandes rocas en la superficie lunar al igual que presentaba un gran fenómeno físico en forma de viento. Deduciendo el origen del agua presente en la superficie lunar como el producto de la condensación del aire por parte de esta antigua y extinta atmósfera lunar.
Sobre la investigación y sus hallazgos se pronuncio Needham, científico de la Oficina de Ciencia y Tecnología de Marshall, de la siguiente manera: “Simplemente cambia por completo la forma en que pensamos en la Luna”, y continuo refiriéndose “Se convierte en un cuerpo planetario mucho más dinámico para explorar”.
La atmósfera que tuvo la luna permaneció por un periodo aproximado de 70 millones de años y luego desapareció al estallar una gran cantidad de estallidos de lava, los cuales formaron los grandes valles de lavas en la superficie lunar, los cuales hoy miramos como las zonas oscuras de la luna. También se demostró que esta atmósfera de vida corta estaba conformada en su gran totalidad por monóxido de carbono, azufre y agua.
Ademas, la investigación descubrió que durante las erupciones se liberaba tanta agua (potencialmente tres veces más agua en la Bahía de Chesapeake) que si el 0.1 por ciento del agua en erupción migraba a las regiones permanentemente oscurecidas en la Luna, podría dar cuenta de todo del agua detectada allí.
“Estamos sugiriendo que los volátiles de origen interno podrían ser al menos factores que contribuyen a estos depósitos potenciales de utilización de recursos in situ”, dijo Needham.
El agua es una de las claves para vivir de la tierra en el espacio, también llamada utilización de recursos in situ (ISRU). Saber de dónde vino el agua ayuda a los científicos y a los planificadores de misiones a saber si el recurso es renovable. En última instancia, se necesita más investigación para determinar las fuentes exactas.
Al igual, este estudio deja muchas posibilidades a la presencia de la vida micro-lunar, lo que a su vez deduce que se debe ampliar la investigación de nuestro satélite debido a que en nuestro planeta (Tierra) también se presentan condiciones similares a las que mantuvo la luna cuando tenia su atmósfera; abriendo la posibilidad de la existencia de la vida en el subsuelo lunar.