Desdé el Nautilus, hasta Trident, todos los esfuerzos del hombre han sido en busca del control total de su territorio, para expandirse luego al cotrol total de la esfera terrestre; Los mares son unas de las fronteras más amplias con las que cuentan los países, desdé Asía para America o África para Europa.
La gran frontera marítima de los continentes a implicado a la genialidad humana, para que busqué formas de penetrar o vigilar sin ser detectados, los territorios de otras potencias y países emergentes; y es dónde aparecen los poderosos sonares militares y los submarinos sigilosos.
Desde la segunda guerra mundial se ha venido utilizado los magnetómetros para detectar submarinos. Ellos son capaces de hacer esto porque pueden medir una anomalía en el campo magnético de la Tierra – como uno causado por un enorme trozo de metal, sin embargo, los Estados Unidos a desarrollado una serié de submarinos nucleares sigilosos, los cuáles les ha permitido dominar los océanos; Pero, paradójicamente todo parece que cambiará. La expansión del gigante Asiático a implicado la búsqueda de soluciones para contrarrestar el dominio de EE.UU en los mares Asiáticos y todo parece que lo logró.
El 21 de junio, la “Academia de Ciencias de China” anunció un gran avance : Una gran actualización a una especie de dispositivo cuántico que mide campos magnéticos; Esto a su vez implicaría el desarrollo de una clase de “detector submarino cuántico”, lo que le daría una gran ventaja sobre el dominio de los mares Asiáticos al comienzo y luego puede pasar al dominio y el control total de los océanos.
El nuevo dispositivo cuántico se ha convertido a su vez en un magnetómetro basado en un dispositivo superconductor de interferencia cuántica, o SQUID, lo que los hace exquisitamente sensibles, dándole así un rango de detección de objetivos o submarinos a una distancia de 6 kilómetros bajó el fondo oceánico. Al mismo tiempo se plantea la posibilidad de colocar estos dispositivos en los nuevos modelos de submarinos de la armada China para darle un control total de los mares de Asía y posteriormente un control total de los océanos de la tierra.