Uno de los eslabones perdidos entre los organismos complejos eucariotas y los unicelulares procariotas explica y da repuesta al más grande interrogante en la humanidad, el origen de la vida misma, de la existencia de los individuos.
Un grupo de científicos descubrió en el fondo del océano Atlántico, el año pasado el ‘Lokiarchaeum’, un eslabón perdido entre los eucariotas y los procariotas, un organismo que podría dar respuesta a cómo surgieron las primeras células con núcleo y mitocondrias.
Los microorganismos eucariotas son un grupo enorme de organismos vivos, formados por células con núcleo verdadero, su número puede ser igual o mayor al de los reptiles, anfibios, homínidos y artrópodos; Se piensa que estos micro organismos eucariotas son fruto de la simbiosis de bacterias y arqueas (microorganismos unicelulares sin núcleo ni orgánulos membranosos y con particularidades bioquímicas propias). Sin embargo, un nuevo estudio dirigido por Gautam Dey, de la Universidad Colegio de Londres, y publicado en ‘Trends in Cell Biology’ sugiere que el surgimiento de la vida fue resultado de un largo proceso de interacción entre estos. “Estamos empezando a pensar en los orígenes eucariotas como un lento proceso de crecimiento en la intimidad, el resultado de una larga y lenta danza entre los reinos y no un encuentro rápido, que es la forma en que se retrata en los libros de texto”, dice el doctor Mukund Thattai, del Centro Nacional de Ciencias Biológicas de la India, coautor del estudio. Las diferencias encontradas entre las células eucariota y los organismos unicelulares procariotas, las bacterias y arques demuestran que el origen de la vida fue el fruto de esta interacción entre estos micro organismos con grandes diferencias biológicas.
Los científicos opinan que los eucariotas son el resultado de la simbiosis de arqueas, que desempeñaron el papel de célula huésped, y bacterias que dio lugar a las mitocondrias. Sin embargo, había un problema importante: no había ningún eslabón intermedio, un puente capaz de unir la brecha entre procariotas y eucariotas, muy diferentes en tamaños y grados de complejidad. Por eso el origen de la primera célula eucariota está considerado “uno de los misterios más perdurables en la biología moderna”.
Una hipótesis dice que la semejanza entre el ‘Lokiarchaeum’ y los eucariotas significa que estos organismos procariotas podrían haber absorbido las bacterias usando la fagocitosis y como resultado obtener simbiontes, que después se habrían convertido en mitocondrias. Sin embargo, es posible que el ‘Lokiarchaeum’ sea un organismo cuyos genes ‘eucariotas’ realicen funciones reguladoras y no participen en la fagocitosis. Así, estos organismos están en el comienzo de la transformación en las células nucleadas. Poco a poco van ‘construyendo’ una arquitectura eucariota mediante el intercambio de genes con bacterias. En otras palabras, en este caso se trataría de una cooperación entre bacterias y arqueas y no de la absorción de una bacteria por un ‘Lokiarchaeum’.
Los científicos Dey y Thattai y otro coautor de la Universidad Colegio de Londres, Buzz Baum, apoyan la versión, la de la “larga y lenta danza”. Es decir, creen que el ‘Lokiarchaeum’ no es proeucariota, sino una arquea.
No se sabe con exactitud cuál de estas versiones puede ser el verdadero origen de la vida, lo que si se tiene claro es que surgió de estos microorganismos ya sea en la absorción de las bacterias por los microorganismos eucariotas o por una larga y lenta danza de interacción entre estos.
Ama la vida y cuida de ella, todos somos parte de este planeta.