Bosque templado de hayas (caducifolio). Creditos: Stanislav Doronenko
Grande é inmenso es nuestro universo, un lugar habitado por millones de cuerpos celestes, cuerpos en los cuales se está buscando la vida, y hasta ahora, nuestra ardua y difícil tarea ha resultado negativa; Toda posibilidad de la existencia de la vida se esconde en cada planeta, cada satelite, cada estrella y cada galaxia que descubrimos en el universo. Por más bastó e inmenso que esté es, no encontramos el milagro de la vida, una fuerza elemental que mueve la materia a su propia voluntad; Todo se reduce a un pequeño cuerpo en la Vía Láctea, un pequeño planeta llamado Tierra.
Nuestras acciones en ocasiones le generan mucho daños al planeta (Tierra), nuestro único hogar en el universo. Las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera están generando rápidamente un recalentamiento de la temperatura del aire en la tierra, los glaciares están retrocediendo rápidamente, en su retroceso vierten millones de litros de agua cada año en los océanos, aumentando el nivel de los mares, colocando en alto riesgo las ciudades costeras; todo esta cambiando, nuestro planeta se está transformando en un lugar que quizás en el futuro no podemos habitar.
La pérdida de las selvas tropicales por la expansión de la ganadería, la pérdida de las selvas vírgenes por la industria ilegal de la madera, la perforación de la corteza terrestre, la extracción del aceite de piedra (Petróleo) y la avaricia del hombre; Son principalmente las causas por las cuáles nuestro planeta esta muriendo lentamente.
Es hora de que cambiemos nuestra forma de pensar, comencemos ha recuperar los bosques amazónicos, liberarnos de la dependencia del combustible fósil (Petróleo), darle mas vida verde ha nuestras ciudades; Todo esto porque a llegado el día y la hora de nuestra Tierra.
