En el yacimiento cretácico de Poyos (Guadalajara, España), paleontólogos han descubierto “huevos de titanosaurios” con ¡72 millones de años de antigüedad! Su estado de conservación es tan extraordinario que hoy pueden verse en una nueva vitrina del Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA).
¿Por qué es tan especial este hallazgo?
Conservación excepcional:
La microestructura de las cáscaras está casi intacta, lo que permite analizar detalles como porosidad y grosor, aportando pistas sobre cómo incubaban estos gigantes herbívoros del Cretácico.
Dos tipos de huevos en un mismo nido:
Los investigadores encontraron dos ootaxones distintos:
- Fusioolithus baghensis
- Litosoolithus poyosi (nuevo para la ciencia)
Esto sugiere que distintas especies de titanosaurios compartían la misma zona de anidación, un fenómeno rarísimo en el registro fósil.
Lo que revela este descubrimiento
Este hallazgo aporta información clave sobre:
- La coexistencia de varios saurópodos en la península ibérica al final del Cretácico.
- Sus estrategias reproductivas y cuidado de los nidos.
- Las condiciones ambientales justo antes de la extinción masiva.
- Además, los análisis químicos podrían revelar dieta, microclima y otros aspectos del ecosistema de hace 72 millones de años.
Los huevos se exhiben en Cuenca como parte de la “Semana de la Ciencia 2025”, permitiendo al público ver de cerca estas reliquias que parecen detener el tiempo.
Cada huevo es una ventana abierta a un mundo desaparecido, y un recordatorio del poder de la paleontología para revelar historias ocultas bajo nuestros pies.