Un hallazgo arqueológico en el valle de Casma, región Áncash (Perú), podría cambiar lo que conocemos sobre el desarrollo astronómico en el mundo andino.
Arqueólogos peruanos han realizado un hallazgo extraordinario en el valle de Casma, región Áncash: una estructura astronómica incluso más antigua que el famoso observatorio solar de Chankillo, considerado desde hace décadas como el más antiguo de América. Este descubrimiento promete transformar la comprensión del desarrollo astronómico en el Perú prehispánico.
El anuncio fue realizado por el arqueólogo Iván Ghezzi Solís, director de la Unidad Ejecutora 010 Chankillo, quien explicó que las excavaciones recientes han revelado evidencias de construcciones con función astronómica previas a Chankillo, con orientaciones específicas y diversas técnicas constructivas empleando piedra, barro y adobe.
Según Ghezzi, este hallazgo “podría redefinir la comprensión del desarrollo astronómico en la región”, ya que sugiere que las culturas del valle de Casma poseían conocimientos avanzados sobre los movimientos celestes mucho antes de lo que se creía.
Un sistema que seguía tanto al Sol como a la Luna
Los nuevos estudios, realizados entre abril y noviembre, han permitido determinar que el complejo arqueoastronómico de Chankillo no solo rastreaba el movimiento del Sol mediante sus emblemáticas Trece Torres, sino que también observaba fenómenos lunares.
Uno de los descubrimientos más relevantes es un corredor alineado con la Luna, orientado hacia el oeste en dirección al Templo Fortificado. Este elemento complementa la función solar conocida del sitio y revela una comprensión astronómica mucho más compleja.
Ghezzi señaló que “ahora tenemos una interpretación más rica de Chankillo como un lugar destinado a observaciones tanto solares como lunares”, ampliando significativamente el valor.

Un hallazgo ritual: vaso ceremonial con guerreros
Otro descubrimiento destacado fue la recuperación de una vasija ceremonial de más de un metro de altura, encontrada en la zona de acceso al observatorio solar. La pieza fue hallada rota de manera intencional, como parte de un ritual, y presenta:
- una base globular decorada con motivos escalonados propios de la arquitectura del sitio
- figurillas de barro representando guerreros en posiciones de combate
Ghezzi explicó que estas figuras simbolizan la unión entre astronomía y poder: líderes que dominaban el conocimiento astronómico y, al mismo tiempo, ejercían autoridad militar. Las figurillas, que aparecen en pares, sugieren escenas de duelos rituales dentro de una élite altamente jerarquizada.
La vasija, perteneciente al estilo Patazca, habría tenido un fuerte valor simbólico dentro de las prácticas religiosas asociadas al Sol. Además, los investigadores afirman que la iconografía está estrechamente vinculada al Templo Fortificado, antiguo centro político, ritual y militar del complejo.
Casma: futuro destino astronómico ancestral
Los recientes descubrimientos refuerzan la posición de Casma como uno de los territorios con mayor potencial para comprender los orígenes de la astronomía en América. La Unidad Ejecutora 010 Chankillo identificó 12 nuevos puntos astronómicos en los valles de Casma y Nepeña, los cuales serán propuestos ante la UNESCO para su reconocimiento como Patrimonio Mundial.
Se estima que el proceso podría completarse en cinco o seis años, mientras que el primer sector de Chankillo abrirá al público dentro de dos o tres años, con circuitos turísticos, servicios básicos e infraestructura destinada a valorizar el sitio.
Actualmente, el equipo continúa restaurando las Trece Torres y el observatorio, con el objetivo de preservar un complejo único que, con más de 2300 años de historia, sigue revelando secretos sobre el conocimiento astronómico, la organización social y los rituales de una de las civilizaciones más avanzadas del antiguo Perú.
Reconocido en 2021 por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, Chankillo sigue reafirmando su relevancia global, y las nuevas evidencias arqueoastronómicas prometen ampliar aún más su legado.