Júpiter es uno de los planetas que más ha cautivado la imaginación de la comunidad científica debido a que en su atmosfera ocurre un fenómeno similar a las auroras que se dan en los cambios de estaciones en las regiones polares de la tierra; misteriosas auroras boreales de las cuales ahora sabemos cuál es el misterioso origen de estas.
Según lo ha informado mediante un comunicado la Administración de la Aeronáutica y el Espacio Norteamericana (NASA), un equipo de especialista de la agencia ha identificado el origen de estas hermosas y misteriosas luces jovianas llamadas auroras que se levantan sobre la atmosfera del planeta Júpiter.
El planeta Júpiter es el quinto planeta del sistema solar. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos. Es considerado como el planeta que ofrece un mayor brillo a lo largo del año dependiendo de su fase y el mayor cuerpo celeste del sistema solar después del sol, con una masa casi dos veces y media la de los demás planetas juntos. Sin embargo, es más llamativo por sus gigantescas auroras boreales que se levantan sobre su atmosfera.
En la tierra, las auroras polares (conocidas como boreales en el hemisferio norte y australes en el hemisfero sur) son producidas por el choque entre las partículas eléctricas que proceden del Sol (conocidas como viento solar) y el campo magnético de nuestro planeta. Este fenómeno electromagnético da lugar a tres tipos de auroras: las discretas e intensas, originadas por la aceleración descendente de los electrones a lo largo del campo magnético; las auroras difusas y débiles, causadas por la dispersión de los electrones en el campo magnético; y por último, las de banda ancha, que tienen una intensidad intermedia.
Sin embargo, las auroras jovianas que ocurren en el planeta Júpiter son un poco diferentes. Gracias a los nuevos resultados del instrumento espectrógrafo ultravioleta de la misión Juno de la NASA, los científicos han determinado por primera vez el nacimiento de las tormentas de auroras al amanecer, el brillo matutino exclusivo de las espectaculares auroras de Júpiter.
Según los científicos, las tormentas del amanecer nacen en el lado nocturno del gigante gaseoso. A medida que el planeta gira, la futura tormenta del amanecer gira con él hacia el lado diurno, donde estas características aurorales complejas e intensamente brillantes se vuelven aún más luminosas, emitiendo desde cientos hasta miles de gigavatios de luz ultravioleta al espacio.
Además, este estudio también revelo que el salto en el brillo implica que las tormentas del amanecer están vertiendo al menos 10 veces más energía en la atmósfera superior de Júpiter que las auroras típicas. Algo que hasta el momento no se sabía.