Los briofitas o briófitas, conocidos comúnmente como musgos, son plantas no vasculares que presentan un ciclo vital con alternancia de generaciones heterofásica y heteromórfica, el gametófito desarrolla gametangios, anteridios y arquegonios (arquegoniadas) conocidos en sentido estricto como (Bryophyta Schimp. 1876). Los arquegonios están rodeados por una envoltura protectora de células estériles. Tras la fecundación el cigoto desarrolla un embrión pluricelular (embriófitos) alimentado por la célula madre. Se pueden reproducir sexual o asexualmente. La reproducción sexual se realiza en el interior del arquegonio. La reproducción asexual se realiza mediante fragmentación del gametofito, por gemación del protonema o a partir de los propágulos. En general, según la especie alcanzan una altura de 1 a 10 cm, aunque existen algunas especies de mayor envergadura.
Esta especie se conoce como moyas briófitas, y son plantas no vasculares que pueden ser distinguidos de las Marchantiophyta (hepáticas) por sus rizoides multicelulares. Otras diferencias no son universales para todos los musgos y todas las hepáticas, pero la clara presencia del “tallo”, más propiamente llamado caulidio, pues carece de la estructura de un tallo verdadero, o de “hojas”, con mayor precisión denominadas filidios por la misma razón, claramente diferenciados, la carencia de hojas profundamente lobuladas o divididas en segmentos, y la ausencia de hojas dispuestas en tres filas, son características distintivas de un musgo.
Dentro de sus hábitos se reconoce que son abundantes y se les puede observar en cualquier lado; son un grupo de plantas de tamaño pequeño, crecen sobre los techos de las casas, rocas y paredes, troncos de árboles o en los muros y el suelo, siempre y cuando éste sea un lugar húmedo, ya que necesitan esto para su reproducción, sobreviven durante la época seca al final de la cual presentan extrema marchitez. Pero reverdecen con las lluvias, se reproducen aprovechando esa condición.
La vida del musgo comienza a partir de una espora haploide, que germina creando un protonema, que es o bien una masa de filamentos o un talloide (plano y con forma de tallo). Esta es una etapa transición en la vida del musgo. Del protonema crece el gametofito (“portador de gametos”) que se diferencia en caulidios y filidos (‘micrófilos’). De los extremos de los caulidios o ramas se desarrollan los órganos sexuales de los musgos. Los órganos femeninos son llamados arquegonios y son protegidos por un grupo de hojas modificadas llamadas perichaetum (plural, perichaeta). El arquegonio posee un cuello por el cual se desliza el material genético masculino. Los órganos masculinos son llamados anteridios y se encuentran contenidos por hojas modificadas llamadas perigonios.
Una característica muy visible se encuentra en que estos son muy importantes dentro de los ecosistemas porque desempeñan el papel de retención de la humedad del suelo y evitan su degradación, y además constituyen un importante refugio de pequeños invertebrados.
Los musgos se clasifican en los grupos monofiléticos tales como:
- Bryophyta sensu stricto o “musgos”,
- Marchantiophyta o “hepáticas”,
- Anthocerotophyta o “antoceros”.