Un hallazgo arqueológico de enorme relevancia ha salido a la luz en la necrópolis de Abusir, uno de los paisajes sagrados más importantes del antiguo Egipto. Una misión italiana que trabaja en Abu Ghurab ha descubierto extensos restos del Templo del Valle perteneciente al complejo solar del rey Nyuserre, uno de los gobernantes más influyentes de la Quinta Dinastía.
La misión, dirigida por Massimiliano Nuzzolo y Rossana Perilli, de las Universidades de Turín y Nápoles, logró identificar más de la mitad de una estructura que permaneció perdida durante siglos. Se trata de un descubrimiento sin precedentes para el estudio de los templos solares, ya que confirma la existencia de un complejo monumental de más de 1.000 metros cuadrados, con una planta arquitectónica singular que lo sitúa entre los templos de valle más relevantes de la antigua región de Menfis.
Un hito para la arqueología de la Quinta Dinastía
Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, calificó el hallazgo como un verdadero hito en la exploración del período. Destacó que este templo es uno de los dos únicos templos solares identificados con certeza hasta la fecha. El lugar ya había sido señalado en 1901 por el egiptólogo alemán Ludwig Borchardt, pero durante más de un siglo los elevados niveles de agua subterránea impidieron su excavación sistemática.
Los trabajos más recientes permitieron descubrir la entrada principal del templo, enterrada bajo casi 1,2 metros de sedimentos del Nilo. Los arqueólogos sacaron a la luz el suelo original, la base de una columna de piedra caliza y fragmentos de una columna de granito que, con gran probabilidad, formaban parte del pórtico de acceso. También se identificaron restos del revestimiento de piedra que delimitaba el paso entre la entrada y la calzada, así como elementos arquitectónicos aún en su posición original, incluidos marcos de puertas y dinteles de granito.
Arquitectura, ritual y conexión con el Nilo
Según explicó Nuzzolo, la temporada de excavación anterior reveló una puerta de cuarcita completa en excelente estado de conservación, junto con los restos de una escalera interior que conducía al tejado. Este hallazgo sugiere la existencia de una entrada secundaria en el sector noroeste del templo. Las excavaciones actuales también han sacado a la luz una rampa inclinada que probablemente conectaba el templo con el Nilo o con uno de sus antiguos brazos, subrayando la estrecha relación entre el complejo solar y el paisaje fluvial.
Las primeras evidencias indican que el templo se extiende hacia el norte, en consonancia con la disposición arquitectónica de otros complejos reales de la Quinta Dinastía, como el Templo del Valle del rey Sahure.

Objetos cotidianos y memoria simbólica
Entre los artefactos recuperados destacan dos piezas de madera del antiguo juego egipcio Senet, considerado un precursor de los juegos de mesa modernos, incluido el ajedrez. Estos objetos aportan una dimensión más íntima al sitio, al conectar el espacio ritual con prácticas lúdicas y simbólicas de la vida cotidiana.
Rossana Perilli subrayó, además, el hallazgo de un enorme umbral de piedra con un calendario jeroglífico inscrito, que detalla las festividades religiosas del templo y menciona directamente al rey Nyuserre. El equipo también recuperó fragmentos de piedra caliza finamente tallada y una notable cantidad de cerámica, que abarca desde finales del Imperio Antiguo hasta comienzos del Imperio Medio, con predominio de piezas del Primer Período Intermedio.
Del culto real a la vida cotidiana
Las investigaciones preliminares sugieren que, tras dejar de utilizarse como espacio de culto real, el templo fue reconvertido en un pequeño asentamiento durante el Primer Período Intermedio. Esta transformación ofrece una perspectiva excepcional sobre la vida diaria en la región de Menfis en una etapa histórica que tradicionalmente se considera poco documentada.
La misión italiana continuará sus trabajos en las próximas temporadas, con el objetivo de revelar más detalles de este sitio excepcional y profundizar en la comprensión de cómo se desarrollaron y funcionaron los templos solares en el antiguo Egipto, estructuras clave para entender la ideología, la religión y el poder durante la Quinta Dinastía.
Este descubrimiento no solo amplía el conocimiento arqueológico, sino que devuelve voz y forma a un espacio sagrado que durante siglos permaneció oculto bajo las arenas del tiempo.