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Nevado Santa Isabel: el gigante blanco que se está apagando

En lo alto de la cordillera Central de Colombia descansa el “Nevado Santa Isabel”, también llamado “la doncella blanca” por el pueblo Quimbaya. Un paisaje que alguna vez brilló como un paisaje blanco eterno hoy se derrite en silencio.

Los investigadores del Instituto colombiano de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) revelaron que el glaciar Santa Isabel ha perdido más del 94% de su hielo en los últimos siglos, algo muy triste y alarmante debido a que este es uno de los pocos glaciares que aún sobreviven en el país y cada año retrocede más rápido por el cambio climático. Sus tres cumbres: El Cisne (4.965 m), Santa Isabel (4.940 m) y Quindío (4.750 m); antes coronadas de blanco, luchan por no desaparecer.

Los servicios geológicos colombianos han reportado que el “Nevado Santa Isabel”, un estratovolcán inactivo, que maravilló a Humboldt en 1800, se desvanece ante nuestros ojos,  ya no es lo que fue hace más de dos siglos, debido a que ha perdido más del 94% de su área glaciar.

¿Por qué importa tanto protegerlo?

Aparte de ser una de las últimas montañas glaciares supervivientes en Colombia, el En su geografía existen un gran número de lagunas, charcos y vegetación de frailejones y otras plantas; que son el hábitat ideal para colibríes y otras especies de animales altamente especializadas y vulnerables, como el oso de anteojos.

Otras especies que podemos encontrar son las aves como el Periquito de los nevados (Bolborhynchus ferrugineifrons), la Cotorra coroniazul (Hapalopsittaca fuertesi), el Cóndor andino (Vultur gryphus), el Tororoi de Miller (Grallaria milleri), el Pato andino (Oxyura jamaicensis), el Águila crestada (Spizaetus isidori), la Perdiz colorada (Odontophorus hyperythrus), el Perico paramuno (Leptosittaca branickii), el Terlaque andino (Andigena hypoglauca) y el Colibrí de páramo o chivito de páramo (Oxypogon stuebelii), una de las especies más especializadas a este hábitats.

El oso de anteojos (Tremarctos ornatus), es una de las especies más representativas de estas regiones y su presencia ha sido confirmada en el Nevado Santa Isabel por avistamientos y hallazgos de huellas y estiércol en las laderas del nevado.

Al igual, también se han observado otros mamíferos como el puma (Puma concolor) en el sector conocido como África, el tigrillo (Leopardus tigrinus), la danta de montaña (Tapirus pinchaque), el venado conejo (Pudella mephistophila), el venado colorado o soche (Mazama rufina), venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), también hay al menos 20 especies de murciélagos de diversos hábitos alimenticios.

Esto hace del Nevado Santa Isabel, uno de los glaciares más importantes de Colombia, el cual debemos proteger. Sin embargo, los efectos del calentamiento global generan estragos en sus picos más elevados con un acelerado derretimiento glaciar.

Aglaeactis cupripennis – Danilo Arenas

 El cambio climático no es un concepto: es una pérdida real.

¡Nevado Santa Isabel está muriendo lentamente, pero aún podemos proteger lo que queda! En conclusión podemos confirmar que esta gran biodiversidad y rico contraste paisajístico del Nevado Santa Isabel está fuertemente amenazado por múltiples factores como el cambio climático, la pérdida de hábitat y la disminución de las coberturas glaciares, lo que representa un desafío importante para la conservación de uno de los gigantes helados de Colombia que está muriendo lentamente.

Algo muy importante para su protección es tener en cuenta la siguiente recomendación:

💙 Cuidar el agua
💙 Reducir nuestra huella ambiental
💙 Exigir políticas para la conservación
💙 Defender nuestros ecosistemas de alta montaña

Cada acción suma + Cada voz cuenta + Aún no es tarde.

Retroceso del glaciar a través del tiempo: 

2015
Fotografía: Jorge Luis Ceballos-IDEAM
2020
Fotografía: Jorge Luis Ceballos-IDEAM
2021
Fotografía: Jorge Luis Ceballos-IDEAM
2023
Fotografía: Jorge Luis Ceballos-IDEAM

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