El noreste de Brasil vuelve a sorprender al mundo científico con el hallazgo de “Bakiribu waridza”, el primer pterosaurio filtrador conocido de los trópicos.
Por medio de un estudio publicado en la revista Scientific Reports, un equipo de investigadores descubrió en el famoso Grupo Santana (Formación Romualdo), un sorprendente reptil volador que vivió hace más de 110 millones de años y poseía mandíbulas extremadamente alargadas y repletas de finos dientes en forma de peine, ideales para filtrar pequeños organismos acuáticos, al estilo de un flamenco moderno.
La nueva especie de pterosaurio filtrador que ha sido nombrada como “Bakiribu waridza” en relación al epíteto genérico proviene de bakiribú (palabra kariri que significa ” peine “), en alusión a la dentición típica de los ctenocasmátidos, similar a un peine. Y, el epíteto específico proviene de waridzá (palabra kariri que significa ” boca “).
Este nombre “Bakiribu waridza” no solo resalta la morfología dental distintiva del taxón, sino que también honra el patrimonio cultural del pueblo kariri, habitantes indígenas de la región donde se descubrió el fósil, al este de Brasil.
El fósil se conserva en una rara “regurgitalita”, es decir, los restos alimenticios regurgitados por un depredador, posiblemente un espinosáurido. Gracias a este hallazgo excepcional se logró un análisis detallado de sus dientes y características óseas, permitiendo ubicar a “Bakiribu” como pariente cercano del famoso “Pterodaustro”, pero con rasgos intermedios que llenan un vacío evolutivo dentro del grupo Ctenochasmatinae.
Este descubrimiento refuerza el valor de la Cuenca de Araripe como una ventana excepcional al ecosistema del Cretácico, revelando nuevas pistas sobre la diversidad, dispersión y modos de vida de los pterosaurios que dominaron los cielos mesozoicos.