
Ilustración artística de Khankhuuluu mongoliensis. ©Voris, Zelenitsky, Kobayashi, Modesto, Therrien, Tsutsumi, Chinzorig & Tsogtbaatar, 2025.
Aunque muy poco se sabe de los eutiranosaurios, un reciente descubrimiento ha revelado una nueva especie de monstruo de dos dedos que vivió en la actual Mongolia durante el Cretácico medio y arroja luz sobre la vida de estos grandes reptiles.
Según un nuevo estudio publicado en la revista de fomento científico “Nature”, un equipo de investigaciones descubrió en depósitos del Cretácico Superior inferior de Mongolia, a Khankhuuluu mongoliensis, una nueva especie de grandes dinosarios depredadores denominados como tiranosáuridos.
El Khankhuuluu mongoliensis, como se ha denominado la nueva especie, perteneció a una familia de dinosaurios terópodos celurosaurianos, que vivieron en el Cretácico superior (hace aproximadamente 84 y 66 millones de años, desde el Campaniense hasta el Maastrichtiense), en lo que hoy es Norteamérica y Asia.
Khankhuuluu mongoliensis, al igual, que los demás tiranosáuridos, eran gigantes reptiles que presentaban cráneos amplios y masivos, cuellos cortos y robustos, y brazos reducidos con dos dedos.
Para los investigadores, el descubrimiento de Khankhuuluu mongoliensis ha arrojado luz sobre la especie debido a que poco se conocía de ella.
Ahora se sabe que los tiranosáuroideos asiáticos (similares a Khankhuuluu) se dispersaron a América del Norte, dando lugar a Eutyrannosauria a mediados del Cretácico Superior. Esto hizo que los eutiranosaurios se diversificaron y permanecieron exclusivamente en Norteamérica hasta una única dispersión hacia Asia a finales del Cretácico, que estableció a los alioramini y los tiranosaurios.
Sin embargo, las marcadas diferencias morfológicas entre ambos probablemente se debieron a tendencias heterocrónicas divergentes (pedomorfosis y peramorfosis, respectivamente), lo que les permitió coexistir en Asia y ocupar nichos ecológicos diferentes.
En la actualidad, Mongolia se caracteriza por su geografía diversa, dominada por estepas, montañas, y el desierto de Gobi. Sin embargo, hace aproximadamente 84 y 66 millones de años, durante el cretácico superior, la región era un ambiente diverso con una fauna rica, incluyendo una gran variedad de dinosaurios, mamíferos y otros animales.
El desierto de Gobi ya existía, pero algunas áreas tenían vegetación densa, arroyos y lagos, lo cuales, fueron el ecosistema perfecto para que los tiranosáuridos se desarrollara y se convirtiera en grandes depredadores.