La reducción de sus hábitats naturales y una enfermedad causada por un hongo ha generado un declive considerable en las coloridas ranas arlequines, llevando a muchas especies a ser incluidas en la lista roja de especies en peligro crítico de extinción; sin embargo, investigadores han descubierto dos nuevas especies en el Perú.
Según un nuevo estudio publicado en la revista de fomento científico “Zootaxa”, un equipo de investigadores que contó con la participación de investigadores del Instituto Peruano de Herpetología, ha descrito en la región de Loreto, en el norte del Perú a “Atelopus harlequiny Atelopus histrionicus”, dos nuevas y coloridas especies de ranas arlequines en peligro de extinción.
Atelopus harlequin y Atelopus histrionicus, como se les ha llamado a las dos nuevas e increíbles especies de ranas arlequines, hacen parte del género Atelopus, un grupo rico en especies de anuros bufónidos del Neotrópico con más de 100 especies descritas, las cuales 80 a 96 especies están incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en las categorías En Peligro, En Peligro Crítico o Extintas.
Según lo han revelado investigaciones recientes, este drástico y masivo declive sufrido en los últimos 30 años por las especies de ranas arlequines se debe principalmente a la quitridiomicosis, una enfermedad fúngica, y también a la destrucción de sus hábitats naturales.
La quitridiomicosis es una enfermedad infecciosa generada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, el cual, afecta la piel de los anfibios generando graves lesiones en la piel, como ulceraciones, erosión, hiperqueratinización, inapetencia y posturas anormales; generando al final la muerte del animal.
Además, según el Informe Planeta Vivo 2020, presentado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en donde se hizo un diagnóstico del estado de la biodiversidad en el mundo, se indica que el cambio climático afecta la ecología de los anfibios y puede actuar indirectamente con enfermedades en la disminución de la población.
Por lo tanto, el descubrimiento en la región de Loreto, en el norte del Perú, es una luz de esperanza y un recordatorio de la importancia de proteger la biodiversidad y los hábitats naturales para la conservación de estas especies únicas de ranas arlequín enfrentadas a un trágico destino.