Conocida como la fiebre rompe huesos, fiebre quebrantahuesos y la quebradora, el dengue es una antigua enfermedad que afecta a más de 100 millones de personas anualmente y que hasta el momento no se ha identificado una cura para su tratamiento. ¡Bueno Ahora hay una luz de esperanza!
Según lo ha revelado un equipo de investigadores del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET), mediante experimentos han identificado potenciales compuestos derivados de la piel roja -o tegumento- del maní que son muy efectivos para inhibir y tratar la infección por el virus del dengue.
Aunque en la antigüedad se creía que la enfermedad era el producto de espíritus malignos, actualmente sabemos que el dengue es una enfermedad infecciosa causada por el virus del dengue, perteneciente al género flavivirus, el cual, es transmitido por mosquitos, principalmente por el Aedes aegypti.
La Organización Mundial para la salud (OMS) ha determinado que el número de personas afectadas por dengue se encuentra entre los 100 millones y los 400 millones de personas cada año, con un total de medio millón que necesitan atención hospitalaria por presentar una forma grave de la enfermedad, con una mortalidad del 2,5 %.
Por lo cual, durante mucho tiempo se ha invertido en investigaciones que pongan fin a esta enfermedad que azota generalmente países en las regiones tropicales y neotropicales, sin ayer una cura alguna.
Sin embargo, el reciente estudio adelantado por los investigadores del CONICET ha revelado el potencial de un extracto obtenido de la piel roja – o tegumento- del maní para inhibir el virus del dengue, lo cual, podría significar una solución para este problema de salud pública que afecta principalmente a países subdesarrollados en África, Asia, centro y sur américa.
En una primera ocasión los investigadores sometieron a estudios extractos de tegumento y de semilla de maní evaluando su toxicidad en modelos experimentales sobre células (in vitro) y con ratones (in vivo). Con esa información, los investigadores establecieron con precisión concentraciones seguras de ambos productos naturales, que no dañen las células del huésped, y las utilizaron para estudiar su actividad antiviral contra el virus del dengue en ensayos in vitro sobre cultivos celulares.
“Al final los resultados fueron más que sorprendentes debido a que el extracto de semillas inhibió parcialmente al virus en las etapas intracelulares de la replicación y el extracto de tegumento, aún en bajas concentraciones, logró inactivar el virus al cien por ciento”.
Por lo tanto, los investigadores consideran que podría ser un buen candidato natural para preparar un tratamiento que combata la infección agresiva generada por el virus del dengue en el organismo humano.
Los resultados obtenidos en la investigación fueron publicados recientemente en la revista Plants, los cuales podrían servir de base para el futuro desarrollo de tratamientos naturales, económicos y sostenibles en regiones de África, América y Asia, países en zonas tropicales y neotropicales en donde el virus tiene mayor influencia.