Las aves migratorias se ven afectadas por una gran fuerza fuera de este mundo que probablemente las hace desorientar y desviar de sus rutas migratorias.
Uno de los eventos mas desconcertantes frente al desvió de las aves sucedió en 1958, cuando docenas de papamoscas de pecho rojo resultaron desorientados y se desviaron de su rumbo, apareciendo en el Reino Unido.
Los moradores de las Islas Británicas se asombraron la primera semana de septiembre de 1958, observaron la llegada de cientos de aves raras que nunca avían visto como currucas melodiosas, bisbitas arbóreos y en especial una “afluencia notable” de papamoscas de pecho rojo, aves que migran desde Europa central hasta sus zonas de invernada en el sur de Asia.
Sin embargo, aparecieron de forma repentina en las Islas Británicas donde no se les conocía y en otras regiones del Reino Unido, en donde se denominan “vagabundos”, ya que están muy fuera de su rango esperado.
Algunos ornitólogos y observadores de aves en aquel otoño de 1958 se sintieron muy desconcertados por esta afluencia de aves fuera de su ruta migratoria.
Por lo cual, realizaron algunos análisis de mapas meteorológicos en busca de tormentas recientes y fenómenos que justificaran este extraño evento. Sin embargo, resulto tan desconcertante y difícil de entender, porque el clima era “casi perfecto para orientarse”.
¿Cuál fue el motivo por el cual las aves se desviaron de la ruta migratoria?
Amplios análisis y estudios sobre la navegación aviar nos han ayudado a comprender, 65 años después, cual fue la probable causa de este extraño fenómeno del desvió de las aves.
Por medio de estos estudios, los investigadores han descubierto que el clima de la Tierra no es lo único que puede hacer que las aves se desvíen de su rumbo, también existen fenómenos fuera de nuestro planeta que afecta directamente la orientación interna de las aves.
Fenómenos fuera de la tierra como las explosiones de energía del sol en forma de manchas solares, erupciones solares y eyecciones de masa coronal; son eventos que alteran el campo geomagnético de la Tierra y pueden afectar directamente la orientación de las aves, desviando las de sus rutas migratorias.
Esto condujo a los investigadores a realizar comparaciones climáticas y datos de radares de diferentes periodos desde 1995 a 2018, concluyendo que las aves efectivamente se ven afectadas por las perturbaciones magnéticas y para el otoño de septiembre de 1958, también fueron afectadas por estos eventos, lo cual, las desvió de su ruta migratoria original, desviando a estas hasta las islas Británicas.