La primera evidencia de nubes de cuarzo en la atmosfera de un exoplaneta a sido detectada por el Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) del Telescopio Espacial James Webb de NASA.
Mediante un nuevo estudio publicado en la revista de fomento científico Astrophysical Journal Letters, un equipo de astrónomos, utilizando el Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) del Telescopio Espacial James Webb, revelo la existencia de extensas nubes con nanocristales de cuarzo que cubren parte de la atmosfera del exoplaneta WASP-17b.
WASP-17b, es un planeta caliente descubierto el 11 de agosto de 2009 por el proyecto SuperWASP, es considerado astronómicamente como un exoplaneta debido a que posee una baja densidad, tiene 1,6 veces la masa de Saturno y un radio que va aproximadamente de 1,5 a 2 veces el de Júpiter.
Gracias al Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) del Telescopio Espacial James Webb de NASA/ESA/CSA, el Dr. Grant y sus colegas observaron el sistema WASP-17 durante casi 10 horas, recopilando más de 1.275 mediciones de brillo de luz infrarroja media de 5 a 12 micrones mientras el planeta cruzaba su estrella y descubrieron este peculiar fenómeno en su atmósfera.
Estos nanocristales de cuarzo en la atmosfera del exoplaneta WASP-17b, tienen la misma forma de prismas hexagonales puntiagudos que presenta el cuarzo en la Tierra.
Por las observaciones, los astrónomos calcularon que estos miden 10 nanómetros, 10 mil veces menor que el ancho de un cabello humano, pero a gran escala forman extensas nubes de cuarzo en la atmósfera de WASP-17b.
De donde provienen los copos de cuarzo del wasp-17
Al principio, los astrónomos creían que estas nubes con cristales de cuarzo podrían ser arrastradas desde una superficie rocosa, pero por las observaciones y características de WASP-17b, un planeta extremadamente caliente (2.700 grados Fahrenheit), se pudo descubrir que los cristales de cuarzo en lo alto de la atmósfera se forman “en lo alto de la atmósfera”.
Esta extrema temperatura que posee WASP-17b, que alcanza los mil 500 grados centígrados y su baja presión forman condiciones ambientales para que se formen estos nanocristales de cuarzo en lo alto de su atmósfera planetaria.
WASP-17b se encuentra aproximadamente a 1.300 años luz de la Tierra en la constelación de Escorpio, es un planeta bastante particular debido a su alta temperatura que forma los cristales en su atmosfera.