Una reconstrucción facial de la especie de humano prehistórico más antigua que se conoce hasta el momento, revela que poseía características faciales con muchas similitudes a las de Homo sapiens, el hombre actual.
Según un nuevo estudio publicado en la revista de fomento científico Journal of Archaeological Science: Reports, un equipo de antropólogos de la Universidad Demócrito de Tracia, realizaron la reconstrucción de un cráneo bien conservado de Homo heidelbergensis, la especie de primate más antigua conocida hasta el momento.
El Homo heidelbergensis, es una especie extinta de primates primitivos del género Homo, que surgió hace más de 600 000 años y perduró al menos hasta hace 200 000 años, hasta extinguirse por eventos climáticos adversos.
Se cree que esta especie de primates primitivos poseían cuerpos pequeños y robustos adaptados para conservar el calor en su hábitat regido por severas heladas en Europa Central.
Para realizar esta reconstrucción que nos muestra el rostro primitivo del Homo heidelbergensis, la antropóloga Christina Papageorgopoulou, de la Universidad Demócrito de Tracia, y su equipo de investigación, utilizaron técnicas de reconstrucción facial sobre un cráneo hallado en la cueva de Petralona, Calcídica, en el norte de Grecia.
COMO SE PUEDE VER EN LA IMAGEN SUPERIOR Y EN LA SIGUIENTE IMAGEN, EL HOMO HEIDELBERGENSIS TENÍA RASGOS FACIALES PRIMITIVOS, PERO CON MUCHAS SIMILITUDES A LA DE LOS HUMANOS ACTUALES.
Otras de las características que resaltan en la reconstrucción del Homo heidelbergensis, es un arco superciliar muy grande, una caja del cerebro más grande y una cara más plana que las especies humanas más antiguas.
Homo heidelbergensis, fue la primera especie en construir refugios, creando viviendas sencillas de madera y roca; al igual, las evidencias de huesos fosilizados de ciervos, caballos, elefantes, hipopótamos y rinocerontes salvajes con marcas de carnicería, revelan que también fue el primer cazador de animales grandes.
Las primeras evidencias de la existencia de esta especie aparecieron en 1908, con el reporte de una antigua mandíbula humana descubierta en 1907 en una cantera de Mauer, un pueblo cerca de Heidelberg, Alemania.
Desde entonces, los paleontólogos comenzaron arduos trabajos para identificar el origen de la mandíbula y, hasta finales del siglo XX con el descubrimiento de fósiles adicionales, se pudo tener una información mas clara de su existencia.
En la actualidad ya se conocen reportes de restos bien conservados del Homo heidelbergensis, entre los cuales se destacan los restos fosiles Bodo en Etiopía, Kabwe en Zambia, Ndutu en Tanzania, Petralona en Grecia, Arago en Francia y posiblemente Dali en China.
Por el momento, los investigadores continúan sus investigaciones para conocer mas de esta extinta especie de humano primitivo y el cráneo de Petralona se encuentra custodiado en el Museo de Geología, Paleontología y Paleoantropología de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, Grecia.