Actúan extrañamente y algunos pierden sus capacidades locomotrices temporalmente por el efecto de las drogas en sus organismos.
El caso más reciente sucedió a mediados de junio, cuando los habitantes de la ciudad de Komárno, al sur de Eslovaquia, registraran la manera en la que un grupo de más de 200 cisnes se volvieron adictos a las amapolas que sembraban en los cultivos locales.
Las autoridades locales reportaron el hecho e informaron a algunos medios de comunicación sobre el insólito caso donde cientos de animales llegaron a mediados del mes de febrero de este año a esta región aledaña al Danubio Azul, en la que se cultivan estas plantas de vistosa flor, devorándose más de cinco hectáreas.
Un hecho que alarmo a los habitantes de la ciudad de Komárno, quienes tomaron fotos y videos del inusual caso donde se evidenció cómo las aves habían perdido su capacidad de volar debido a los potentes efectos que genera el opio al consumirlo.
Al final, por el bien de las aves, los pobladores de esta ciudad tuvieron que sacar las aves de sus cultivos e inducirlas a un largo proceso de desintoxicación.
Otros casos de especies de animales que se drogan en la naturaleza.
Anterior a este caso de los Cisnes, en el reino animal ya se han registrado otros insólitos casos de algún tipo de gusto por los narcóticos o ejemplos de animales que se drogan.
Delfín de dientes rugosos.
El primer caso de algunos delfines drogándose se registró en 1995, cuando la bióloga marina, Lisa Steiner observaba a un grupo de delfines de dientes rugosos cerca de las islas Azores, que manipularon a un pez globo inflado empujándole hasta obligarlo a liberar su poderosa tetrodotoxina, una de las sustancias más tóxicas y mortíferas que se conocen en el mundo.
La bióloga se sorprendió al ver esta conducta extraña en los delfines, debido al veneno que producen los peces globos. Sin embargo, estudios posteriores identificaron que los delfines estaban consumiendo cantidades minúsculas de tetrodotoxina para intoxicarse.
A pesar de que la tetrodotoxina es capaz de causar la muerte, en pequeñas cantidades podría alterar la percepción de los delfines ofreciendo un efecto placentero.
Los Renos.
El reno (llamado caribú en América del Norte), es una especie de animal muy común en Siberia; donde encuentra por grandes cantidades un hongo alucinógeno conocido como Amanita muscaria, la cual, es su droga favorita.
En diversas ocasiones se han documentado renos que se drogan consumiendo este hongo, hasta el punto de actuar como si estuvieran ebrios. Corren sin rumbo haciendo ruidos extraños, y sacudiendo las cabezas como si tiraran del carruaje de Santa Claus.
De hecho, algunos investigadores afirman que la historia de Santa Claus nació debido a los renos que se drogan con los hongos alucinógenos y actúan extrañamente.
El Ualabí.
No sé qué efecto genera la amapola que vuelve locos y adictos algunas especies de animales.
Los productores de amapola de la isla de Tasmania, Australia, informan que los ualabíes se esconden e invaden sus sembradíos para comerse las plantas, las cuales cultivan como materia prima para la producción de analgésicos controlados.
Estos animales dentro de los sembradíos consumen grandes cantidades de amapolas, hasta el punto de quedar completamente drogados. Producen sonidos extraños y corren en círculos hasta perder el sentido.
Los gatos domésticos.
La nébeda (Nepeta cataria), es miembro de la familia de la menta, la planta de nébeda produce un químico embriagador llamado nepetalactona, el cual, al inhalarse o ingerirse, causa reacciones como angustia, hiperactividad, somnolencia, y babeo.
Esta planta es conocida como la hierba gatera debido a que los gatos son muy aficionados a consumirla para sentirse somnolientos y un poco drogados durante unos 20 minutos.
Los biólogos reportan que esta hierba crece de forma silvestre en todo el mundo y también tiene sus efectos en leones, tigres, leopardos, pumas y linces.