Imagen ilustrativa. Foto de Annette Meyer en Pixabay
Las hormigas siempre han tenido una relación muy estrecha con los seres humanos, gracias a que desempeñan múltiples papeles ecológicos que resultan beneficiosos para los humanos, como la eliminación de plagas y la aireación del suelo. Sin embargo, hoy en día están demostrando que pueden ser mucho más útiles debido a que actúan como biodetectores olfativos de tumores.
Mediante un estudio publicado en la revista de la “Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural del Reino Unido”, un equipo de investigadores utilizo grupos de hormigas para medir su capacidad olfativa usando la orina de ratones con xenoinjertos derivados de pacientes como estímulo, determinando que las hormigas individuales pueden aprender a discriminar el olor de los ratones sanos del de los ratones con tumores cancerígenos.
Para el estudio, los investigadores entrenó grupos de hormigas en tres ensayos distintos durante unos minutos. A un grupo de hormigas para que asociaran el olor del tumor a una recompensa de azúcar. Después las dejaron en una arena donde había orina sana y con tumor, pero sin ninguna recompensa, para medir sus preferencias.
Al final, los investigadores descubrieron que gracias a la capacidad olfativa las hormigas pasaron más tiempo al lado del olor aprendido (orina con tumor), exactamente un veinte por ciento (20%) más que junto a la otra muestra de orina donde no se padecía de tumor; lo cual, las hace potencialmente grandes biodetectores olfativos de tumores cancerígenos que pueden ser aplicables en humanos.
Para los científicos es sorprendente y de mucha importancia el descubrimiento debido a que los análisis químicos confirmaron que la presencia del tumor modificaba el olor de la orina, lo que corrobora los resultados conductuales. Por lo tanto, las hormigas detectaron el olor de la orina en individuos que tenían tumores cancerígenos. Algo que podría ser aplicado en humanos y ayudar en la detección temprana del cáncer debido a que esta es fundamental en las ciencias médicas, ya que cuanto antes se diagnostica un cáncer, mayores son las posibilidades de recuperación.
