El cáncer de mama es una enfermedad que afecta de manera muy significativa a las mujeres al rededor del mundo, aun que también afecta en una menor proporción a los hombres provocando miles de muertes anualmente debido al avance agresivo de estas células cancerígenas al convertirse en metástasis.
Según las investigaciones más recientes se estima que un 90% de las muertes por cáncer de mama se producen por la metástasis, que es el nombre que recibe el proceso por el que las células cancerígenas se separan de su lugar de origen y viajan por los sistemas circulatorio y linfático para formar nuevos tumores en otras partes del organismo gracias a invadopodios, los cuales, a su vez le generan múltiples daños al cuerpo humano.
Sin embargo, una nueva investigación ha revelado que las células que desarrollan estos invadopodios muestran niveles sospechosamente aumentados de dos proteínas ( Pyk2 y cortactina ) y que si la célula perdía su habilidad para producir la primera de estas proteínas no se producía metástasis. Lo cual significaría una solución para impedir que estas células se propaguen y viajen por los sistemas circulatorios y linfáticos donde forman nuevos tumores.
La investigación realizada por un grupo de investigadores israelíes fue publicada por el medio académico Oncogene, y se proyecta como una fuente muy confiable con la cual se podrá desarrollar en el futuro técnicas y procedimientos para detener el proceso metastásico.