Paleontólogos mexicanos han identificado una nueva especie de dinosaurio que vivió hace unos 73 millones de años en lo que ahora es el estado de Coahuila.
El estudio publicado en la revista de fomento científico ‘ Cretaceous Research’ fue realizado por un equipo de investigaciones del Instituto de Antropología e Historia (INAH), la institución de la Secretaría de Cultura y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); en el cual reportaron el descubrimiento de una cola articulada de hadrosaurio.
Los hadrosaurios son una familia extinta de dinosaurios ornitópodos hadrosauroideos conocidos comúnmente como dinosaurios pico de pato debido a la apariencia de su boca que se parece a los picos de las aves anátidas.
Esta nueva especie de hadrosaurio ha sido bautizada con el nombre de ‘Tlatolophus galorum’, en homenaje múltiple dado por los investigadores del INAH y la UNAM. Deducido de las palabras del género Tlatolophus que deriva de la voz nahua tlahtolli (palabra) y del griego lophus (cresta), por lo que su traducción es: cresta ppalabra.
El Tlatolophus galorum, fue un colosal dinosaurio herbívoro cuya hábitat pudo haber sido el Ejido Guadalupe Alamitos, municipio de General Cepeda, en Coahuila en donde fue encontrado por los paleontólogos.
Como lo muestran las imágenes anteriores, este dinosaurio lucia una gran cresta que tenía una función comunicativa, ya que, al tener numerosos pasajes internos y conexiones con la nariz y la tráquea, funcionaría como una trompeta integrada.
También poseía oídos con la capacidad de recibir sonidos de baja frecuencia, lo que ratifica que está gran cresta era utilizada para amplificar y producir sonidos sonoros en época de reproducción que sus congéneres recibían gracias a sus oídos especializados.
Además, los investigadores también resaltaron que el Tlatolophus galorum poseia una cola articulada, la cual se exhibe en la cabecera municipal de General Cepeda, donde con apoyo del ayuntamiento se habilitó un espacio en el que los habitantes del municipio y visitantes pueden conocer los vestigios de este antiguo habitante de la Tierra.
Los paleontólogos creen que Tlatolophus galorum, murió en lo que debió ser un cuerpo de agua copioso en sedimentos hace unos 73 millones de años, por lo que su cuerpo quedó rápidamente cubierto por la tierra y pudo preservarse a lo largo del tiempo.
Imágen principal. Ilustración (Tlatolophus Galorum’). INAH.