Un estudio sugiere que la mayoría de las personas que han sufrido el COVID-19 y lo han superado, tienen una segunda amenaza generada por el estrés postraumático.
El estudio sobre esta investigación publicado en la ‘Asociación Médica Estadounidense de psiquiatría’, ha revelado mediante análisis en pacientes afectados que un tercio de las personas que estaban muy enfermas con COVID-19 desarrollaron un trastorno de estrés postraumático después de una infección aguda.
Para determinar esta amenaza que afecta gran parte de las personas que se recuperan después de padecer episodios graves de COVID-19, la psiquiatra Delfina Janiri del Policlínico Universitario Agostino Gemelli en Roma y sus colegas evaluaron la salud mental de 381 pacientes con COVID-19 gravemente enfermos un promedio de 100 días después de que aparecieran los primeros síntomas.
Estudió y resultado sobre el estrés postraumático en pacientes de COVID-19.
Estos investigadores realizaron desde el 21 de abril al 15 de octubre de 2020, una evaluación sobre estos 381 pacientes que se habían recuperado de la infección por COVID-19 en 30 a 120 días. De estos 381, 166 (43,6%) eran mujeres y en general tenían una edad media de 55 a 26 años.
Así mismo, estos pacientes durante la enfermedad aguda por COVID-19, en su gran mayoría fueron hospitalizados (309 pacientes hospitalizados de 381 [81,1%]), con una duración media (DE) de estancia hospitalaria de 18 a 41 días.
Al finalizar del estudio, los investigadores encontraron Estrés Postraumático (TEPT) en 115 participantes que representarían el 30% de los 381 sometidos al estudio. Además, en la muestra total, los diagnósticos adicionales demostraron episodios depresivo en 66 pacientes, episodio hipomaníaco en 3 pacientes, trastorno de ansiedad generalizada en 27 pacientes y trastornos psicóticos en 1 paciente.
Por lo cual, los investigadores consideran que el estrés postraumático es una constante amenaza que afecta a las personas que sufren y superan la enfermedad del COVID-19 debido a que las personas enferma con este virus (SARS-CoV-2) luchan por respirar y al enfrentarse a una enfermedad nueva para la ciencia, están aislados de sus seres queridos y son tratados por médicos y enfermeras con trajes de materiales peligrosos. Haciendo a su vez que se eleven sus niveles de estrés de forma rápida y constante, desarrollando así el estrés postraumático como una amenaza latente para los sobrevivientes del COVID-19.