Reciente investigación nos está revelando como el clima en la región de la Antártica está integrado al siclo sistemático del clima a nivel mundial, lo cual hace que esta influya en la intensidad de las precipitaciones de lluvias estivales en el hemisferio sur.
En un reciente estudio publicado por la revista Atmósfera, el 10 de junio del 2020; los investigadores de barias naciones como Alemania, Chile y Japón; han determinado mediante análisis climáticos que el agujero en la capa de ozono que se forma sobre Antártica cada primavera austral no solo produce un aumento anómalo de los niveles de radiación ultravioleta, sino que influye de manera directa en las precipitaciones de lluvia en todo el hemisferio sur.
Los investigadores creen que el agujero de ozono que se forma sobre Antártica de forma periódica cada primavera, afecta las precipitaciones en todo el hemisferio sur al influir en los patrones de viento. Algo que refleja al mismo tiempo como el clima de nuestro planeta está integrado mediante un sistema en el cual los vientos y las temperaturas juegan un papel muy importante en su equilibrio.
En la investigación titulada “Conexiones entre el ozono antártico y el clima: Cambios en la precipitación interanual en el hemisferio sur”, los investigadores muestran como los vientos del oeste (westerlies) influenciados por el agujero en la capa de ozono en esta región, tienden a intensificarse en el hemisferio sur y desplazarse hacia la Antártica.
Un fenómeno que ha generado al mismo tiempo una tendencia anómala sin precedentes que terminó afectando las lluvias en todo el hemisferio sur de la tierra desde hace unos 80 años aproximadamente. Algo que al mismo tiempo refleja en el caso particular de Chile, una disminución importante de las lluvias estivales en el centro-sur del país y podría afectar mucho más al país a largo plazo si no se toman medidas para reducir los efectos de la intervención humana en el medio ambiente y sus efectos sobre la capa de ozono.