Algunos estudios sobre el virus SARS-CoV-2 se han profundizado en los últimos meses dándonos esperanza sobre el desarrollo de una nueva vacuna, pero otros también se han profundizado y nos revelan que la humanidad tendrá que adaptarse a una vida con el coronavirus, que podría quedarse indefinidamente debido a la forma que se replica como el virus del VIH.
Según el último estudio publicado en la revista bioRxiv del Cold Spring Harbor Laboratory, realizado por investigadores de la Universidad Sun Yat-sen en Guangzhou China, el virus SARS-CoV-2, que genera la enfermedad del Covid-19, utiliza la misma estrategia que el VIH para evadir el ataque del sistema inmune, algo que lo podría hacer muy difícil de eliminar totalmente del cuerpo humano.
Para el estudio, los investigadores realizaron una serie de estudio, en la cual recolectaron células T asesinas (células inmunes producidas por personas que superaron la enfermedad del Covid-19, después de haber sido infectados con el virus Novel Coronavirus SARS-CoV-2). Para determinar que secuelas había dejado la enfermedad en el organismo de estos individuos.
Descubriendo de esta forma en las muestras de las células inmunes producidas por personas que superaron la enfermedad del Covid-19 que estas no resultaron efectivas. Las células T asesinas (células inmunes) carecían de la molécula conocida como complejo principal de histocompatibilidad (MHC). Algo que sucede de la misma forma con las personas que padecen el virus del VIH.
Los estudios han comprobado que el virus Novel Coronavirus SARS-CoV-2 tiene la característica de eliminar estas moléculas en la superficie de las células utilizadas por nuestro sistema inmunitario para identificar y combatir infecciones, de la misma forma que lo hace el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Algo que a largo tiempo podría manifestar la misma resistencia en el cuerpo humano, es decir, de permanecer siempre en el organismo a pesar de ser controlado. Por lo que las personas tendrían que adaptarse a una vida con el coronavirus, según concluyeron los investigadores.
Imagen superior. Imagen ilustrativa (Micrografía electrónica de barrido coloreada de una célula VERO que muestra la infección con partículas del virus SARS-COV-2). Crédito: NIAID