Gran parte de Arizona tiene un clima árido o semiárido que reciben menos de 40 centímetros de lluvia al año y uno de los lugares con altas tendencias en las últimas décadas a los fuertes incendios; pero esto no ha sido impedimento para que se desarrolle la vida, como lo ha revelado un reciente estudio que descubrió una nueva especie de polilla portadora de sacos.
Según lo ha revelado un equipo de investigadores mediante una publicación en la revista de fomento científico ZooKyes, se ha descrito en la región de Sky Islands del sur de Arizona, en los Estados Unidos, una nueva especie de polillas portadoras de sacos cicinnine Mimallonidae , bautizada como “Cicinnus chambersi sp. nov.”.
Las polillas Mimallonidae portadoras de sacos son una familia de lepidópteros ditrisios con aproximadamente 300 especies de polillas endémicas del Nuevo Mundo, y la gran mayoría de las especies se encuentran en América Central y del Sur. Reciben esta denominación de portadoras de saquito debido a que larva de la oruga de Psychidae construye su capullo con seda y materiales de su entorno tales como arena, tierra, liquen y materiales vegetales; haciendo un capullo o saco que le servirá mientras descansan o durante su etapa de pupa para formarse en una nueva polilla.
La nueva especie descrita “Cicinnus chambersi sp. nov.”, habita en la región de Sky Islands del sur de Arizona, con una mayor presencia en las Montañas Rocosas. Aunque esta nueva especie está estrechamente relacionada con C. mexicana (Druce), localidad tipo Veracruz, y con la otra especie de Cicinnus conocida en los Estados Unidos, la C. melsheimeri común que habita en Pensilvania, EE. UU.; es completamente diferente Es morfológica y genéticamente, según lo explican los investigadores.
Cicinnus chambersi sp. Nov. Es la quinta especie conocida de Mimallonidae de los Estados Unidos, y la primera descrita en el país en casi medio siglo, por lo cual los investigadores creen que este descubrimiento motivara para que se hagan más revisiones a esta familia de lepidópteros ditrisios que hace más de 50 años. Algo que podría además motivar las investigaciones del habita de estos insectos que se enfrentan a grandes retos ambientales como los incendios, la pérdida de su hábitat y la contaminación lumínica; colocando a muchas especies al borde de la extinción.
Imagen principal. Foto ilustrativa por Dan Burchmore en Pixabay.