Las abejas han sido catalogadas como los seres vivos más importantes del planeta debido a su gran rol que desempeñan en la polinización de las plantas, por lo cual se cree las plantas con flores o angiospermas, son el registro más exacto de la aparición de las abejas; sin embargo, una investigación ha dejado al descubierto algunos nidos de abejas que se convierten en los registros más antiguos de estos insectos sobre la tierra.
El descubrimiento fue realizado por un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tácticas de Argentina (CONICET), los cuales reportaron el hallazgo de varios nidos de abejas de 100 millones de años en un yacimiento del Cretácico Inferior ubicado en el Cañadón Tronador de la patagonia argentina en, la provincia del Chubut.
Según lo han explicado los investigadores, los nidos de abeja de 100 millones de años atrás hallados en esta región pertenecen a una nueva icnoespecie, la cual fue bautizada con el nombre de Cellicalichnus krausei. Abejas que pertenecen a la tribu Halictini, un grupo con representantes actuales, lo cual, está aclarando como las abejas se diversificaron en el Cretácico Inferior en forma paralela a la aparición de las plantas con flores.
Al igual, los investigadores han explicado que estos nidos se conservaron intactos durante tantos años debido a que las abejas construyen sus nidos con un tapiz impermeable en las celdillas para que las provisiones medioambientales no les afectan mucho, por lo cual, este diseño contra los efectos medioambientales o tapiz impermeable, fue lo que preservó los nidos después de 100 millones de años. Algo que no es igual con los nidos de las avispas, debido a que estos no se preservan porque no les resulta necesario impermeabilizar las celdillas en las que aprovisionan las presas.
Hasta ahora, las investigaciones anteriores demostraron que la evolución de las abejas había sido más gradual, sin embargo, este descubrimiento y el recálculo de los tiempos de divergencia entre las especies, han demostrado que su diversificación fue mucho más corta, alcanzado formas más parecidas a las abejas actuales hace cerca de 100 millones de años atrás.
Por lo tanto, los investigadores creen que las no solo cumplen un importantísimo papel en los ecosistemas actuales, sino que hace 100 millones de años atrás, estas ya estaban actuando como agentes de suma importancia en la proliferación de la vida en nuestro planeta; por lo cual, debemos protegerlas para que la vida siga en un perfecto equilibrio en la tierra.