Pocas historias nos llenan de grandes emociones al escucharlas como el caso de la reaparición de algunas especies de animales que se consideraron extinta de su habita natural, pero que han vuelto a la vida, como es el caso del rascón de Guam, un ave que se consideró extinta durante muchos años por la Unión Internacional para la Conservación (UICN).
Según lo ha informado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en un informe en Gland, Suiza, los esfuerzos de conservación alrededor del mundo han logrado mejorar el estado de diez especies, según la actualización de la Lista Roja de las Especies Amenazadas, entre las cuales se encuentra el Rascón de Guam, un ave que anteriormente se encontraba “Extinta en Estado Silvestre”, pero que ha vuelto a la vida.
El rascón de Guam, llamado científicamente como Gallirallus owstoni, es una especie de ave no voladora de la familia Rallidae endémica de la isla de Guam, una isla situada en el Pacífico occidental, que políticamente es uno de los catorce territorios no incorporados de los Estados Unidos de América.
Este ave hasta los años 70 vivía en su hábitat natural en la Isla de Guam, pero la expansión de las costumbres occidentales conllevo a la introducción en los años 40, de manera accidental de las serpientes arbóreas marrones, las cuales devoraron rápidamente a la especie hasta que se le considerara como extinta en su hábitat natural por la UICN al contar con poco más de 20 ejemplares fuera de cautividad.
Los esfuerzos por la conservación de la especie la han rehabilitado en su hábitat natural al controlar las poblaciones de las serpientes arbóreas marrones y la protección del hábitat, por lo cual es una especie que ha resucitado del trágico camino de la extinción de nuestro planeta. Por lo que hacemos un llamado para que se protejan las especies endémicas alrededor del mundo y cuidemos los espacios naturales en donde estas se desarrollan.
Foto principal. Ejemplar de rascón de Guam (‘Hypotaenidia owstoni’), una especie que se empieza a recuperar gracias a los programas de cría en cautividad (Jean / Flickr // UICN).