El origen de la vida sigue siendo uno de los puntos de mayor discusión en la comunidad científica internacional, por lo cual no cesan las investigaciones en nuestro planeta y en el espacio en buscas de pistas que generen una idea colectiva en la humanidad sobre sus verdaderos orígenes, por lo cual un equipo de científicos ha emprendido una ardua investigación en el cuerpo rocoso de dos meteoritos y ha encontrado sorprendentemente componentes bioquímicos que son esenciales para el desarrollo de la vida.
La investigación publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Japón y financiada por la Sociedad Japonesa para la Promoción de la Ciencia KAKENHI; fue realizada por un equipo internacional e interdisciplinario de científicos, los cuales han descubierto por primera vez “Ribosa” y otros azúcares bio-esenciales para el desarrollo de la vida, incluyendo arabinosa y xilosa, en dos meteoritos diferentes que son ricos en carbono, NWA 801 (tipo CR2) y Murchison (tipo CM2).
Este componente bioquímico denominado ribosa, es un componente crucial del ARN (ácido ribonucleico), que se encuentra muy presente en las formas de vida de nuestro planeta, el cual sirve como una molécula mensajera, copiando las instrucciones genéticas de la molécula de ADN (ácido desoxirribonucleico) y entregándose a las fábricas moleculares dentro de la célula llamadas ribosomas que leen el ARN para construir proteínas específicas necesarias para llevar a cabo procesos vitales en el cuerpo de los seres vivos.
Aunque anteriormente ya se habían detectado otros componentes esenciales para la vida en otros meteoritos como aminoácidos (componentes de proteínas) y nucleobases (componentes de ADN y ARN), el reciente descubrimiento es un hecho sin precedente debido a que estos azúcares son compuestos biológicamente importantes que respaldan la hipótesis de que las reacciones químicas en los asteroides, los cuerpos principales de muchos meteoritos, pueden producir algunos de los ingredientes de la vida al impactar con un cuerpo de mayor tamaño y con las condiciones ideales como la tierra.
Para este estudio los investigadores realizaron análisis mediante muestras en polvo de los meteoritos utilizando la espectrometría de masas por cromatografía de gases, que clasifica e identifica las moléculas por su masa y carga eléctrica, descubriendo al final la presencia de ribosa y otros azúcares oscilaba entre 2,3 y 11 partes por mil millones en el asteroide NWA 801 y entre 6,7 y 180 partes por mil millones en el asteroide Murchison. Sin embargo, muchos especulan que estos azúcares pueden ser el producto de la contaminación ambiental en la tierra debido a que en nuestro planeta prolifera la vida en muchas formas casi invisibles.
Además, el descubrimiento no es una confirmación de que la vida provino desde el espacio, por lo contrario es una nueva ventana de investigaciones que abre la posibilidad a que ciertos cuerpos que impactaron con nuestro planeta hace millones de años, quizás traían componentes esenciales que ayudaron a que la vida se desarrollara en los ambientes propicios de la tierra.
Imagen superior. Asteroide viajando por el espacio. Créditos: NASA.