Una serie de imágenes tomadas por la misión que realiza la nave espacial Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA), en la región del sur del ecuador del planeta Marte, se ha visualizado con muchos detalles los canales de antiguos sistemas de ríos por donde el agua fluyo regando el valle Nirgal; haciendo de este un espacio propicio para el desarrollo de una gran biodiversidad o vida marciana.
El valle Nirgal Vallis, ubicado en la región del sur del ecuador del planeta Marte, es un antiguo canal fluvial que tiene una longitud de 610 km, por el cual fluyo hace unos 3,5 y 4 mil millones de años una gran cantidad de agua torrencial que regaba gran parte del planeta marciano. Por lo cual, este pudo ser un propulsor del florecimiento de la vida durante miles de años en la superficie del planeta marciano.
El valle Nirgal y la proliferación de la vida
Aun que en la actualidad la comunidad científica no ha ratificado la presencia de la vida en el planeta marciano, pese a las similitudes con nuestro planeta tierra; el valle Nirgal es una de las zonas que pudo propulsar la vida en el planeta marciano debido a que por su antiguo y reseco lecho fluyo agua torrencial que pudo impulsar la vida de la forma similar como lo hacen los ríos en las planicies africanas.
Según los análisis científicos, se cree que el valle Nirgal tuvo la capacidad de transportar unos 4800 metros cúbicos de agua / segundo, por la zona principal de su caudal y la otra parte de este; la mitad oriental, la cual, es un valle muy sinuoso, profundamente arraigado. Pudo albergar grandes lagos nutridos por los sistemas de ramificación de los antiguos rios marcianos. Mostrando una forma similar a como se ha desarrollado la vida en las planicies africanas gracias al flujo de los grandes rios como el Nilo, El rió Congo y el rio Zinbabue; así mismo, de una forma similar a como se ha desarrollado la biodiversidad a lo largo y ancho del subcontinente Sudamericano gracias a la influencia propiciada por las aguas del gran rio Amazonas.
El agua de Nirgal Vallis, pudo de esta misma forma haber contribuido a la proliferación de una gran biodiversidad marciana en Marte de forma similar a como lo hacen los grandes ríos en la tierra. Por lo tanto, no se debe descartar la posibilidad de que el planeta marciano albergo formas de vidas muy desarrolladas que se integraban en un gran ecosistema marciano.