Investigadores alemanes han descubierto que mediante la aplicación de algunas técnicas de sus laboratorios pueden mejor el rendimiento de los cultivos y afianzar mas la confianza entre los campesinos y sus plantaciones.
Según lo han informado los investigadores con las técnicas presentes en la actualidad, las personas podrían personalizar sus plantas dentro de sus jardines, en sus casas o en la agricultura. Por ejemplo, una persona que mantenga plantas dentro de su casa podría insertar el gen de la proteína verde fluorescente en Escherichia coli inofensiva y hacer que las bacterias brillen de color verde; de esta forma la planta tomaría un nuevo aspecto el cual se reflejaría dentro de su casa.
Al mismo tiempo han surgido algunos problemas para que estas técnicas puedan llevarse acabo debido a las reglamentaciones legales frente a la modificación genética de algunas especies que mantienen algunos países.
Un incidente a principios de este año ejemplifica el rol que pueden tener los biohackers, y el respeto que merecen de las autoridades y los científicos convencionales. Las autoridades bávaras descubrieron bacterias patógenas, algunas resistentes a los antibióticos, en un kit CRISPR enviado por un proveedor en California. Estos kits permiten a los biólogos de bricolaje realizar pequeños cambios dirigidos a los genomas de los microorganismos suministrados. La compañía estadounidense involucrada, Odin, es una fuente principal para los biólogos de bricolaje porque comercializa y vende reactivos biológicos a individuos. Las autoridades bávaras enviaron su análisis del kit al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), que evaluó el riesgo de infección para los usuarios sanos de los suministros y lo consideró muy bajo. Los tres patógenos involucrados se encuentran comúnmente en el medio ambiente, incluido el intestino humano, y el ECDC declaró que el riesgo de aumentar la carga de genes de resistencia a múltiples fármacos en el medio ambiente es insignificante. Alemania ahora ha prohibido todas las importaciones de Odin, excepto para laboratorios certificados de alta seguridad. De dónde vino la contaminación no está claro.
Por otro lado, la aplicación de estas técnicas también podría abrir un amplio mercado de comercialización de nuevos individuos mejorados genéticamente para adornar los jardines, el interior de las casas o aumentar el rendimiento de las plantas en el campo.
Por el momento solo se espera que las reglamentaciones sobre estas técnicas sean reguladas y mejoradas para ponerse en practica en algunos campos de la agricultura con fines alimenticios y con fines ornamentales.