Un nuevo avance científico a logrado salvar la vida de un niño que prácticamente se encontraba moribundo, los investigadores utilizaron una nueva practica medica, la cual se baso en tomar sus células madre, corrigieron una mutación defectuosa dentro de ellas y las usaron para reemplazar el 80 por ciento de su piel; construyendo así una nueva una nueva máscara corregida genéticamente.
El niño sometido al experimento tiene una edad de de 7 años, se llama Hassan y su vida a estado marcada por una trágica historia. Prácticamente toda su vida le toco mirar más que su parte justa de dificultades. Una semana después de que nació en Siria, apareció una ampolla en su espalda. Los médicos allí le diagnosticaron un trastorno genético llamado epidermólisis ampollosa o EB, que deja la piel extremadamente frágil y propensa a desgarrarse. No había cura, dijeron. Cuando la familia de Hassan huyó del régimen de Bashar al-Assad y se mudó a Alemania como refugiados, los doctores allí dijeron lo mismo. Mientras tanto, las ampollas se volvían más grandes.
En junio de 2015, Hassan ingresó en la unidad de quemados de un hospital para niños en Bochum, Alemania. En ese momento, alrededor del 60 por ciento de su epidermis, la capa superior de su piel, había desaparecido. Su espalda, flancos y extremidades se habían convertido en un paisaje continuo de heridas abiertas, rojas y crudas. Gran parte de ella estaba muy infectada. El dolor fue insoportable. “¿Por qué tengo que vivir esta vida?”, Le preguntó a su padre.
Cinco semanas más tarde, los médicos de Hassan se habían quedado sin opciones, y planeaban comenzar la atención al final de la vida. Pero después de que su padre preguntara por los tratamientos experimentales, se pusieron en contacto con Michele de Luca, una bióloga de células madre de la Universidad de Módena y Reggio Emilia. En las últimas décadas, de Luca había estado trabajando en una forma de dar a los pacientes con EB piel fresca. Recopilaba células madre de su cuerpo, editaba los genes defectuosos que causaban su afección, utilizaba las células corregidas para desarrollar una epidermis saludable y volvía a injertar estas nuevas capas en los pacientes.
Practica de la nueva técnica
La técnica se había practicado intentado anteriormente en 2006 , pero a menor escala. En aquel entonces, trataron con éxito a una mujer de 49 años con una gran herida inducida por EB en su pierna derecha. La condición de Hassan era mucho peor, y él solo era un niño. Aún así, no había nada más que probar.
En agosto, De Luca y Pelligrini obtuvieron la luz verde para probar su técnica. En septiembre, recogieron una pulgada cuadrada de piel de la ingle de Hassan, una de las pocas partes de su cuerpo con la piel intacta. Aislaron las células madre, las modificaron genéticamente y crearon sus injertos de piel corregidos genéticamente. En octubre y noviembre, los trasplantaron a Hassan, reemplazando alrededor del 80 por ciento de su piel vieja.
La practica que se realizo sobre el niño fue todo un éxito y le brindo ala niño la posibilitad de una nueva vida. El experimento sobre Hassan se realizo en febrero de 2016, Hassan fue dado de alta del hospital. En marzo, él estaba de vuelta en la escuela. Él no necesita ungüentos. Su piel es fuerte.