En la mitología griega, Némesis (llamada Ramnusia, “la diosa de Ramnonte” en el santuario que tiene en esta ciudad del Ática) es la diosa de la justicia retributiva, la solidaridad, la venganza, el equilibrio y la fortuna. Castigaba a los que no obedecían a aquellas personas con derecho a mandarlas y, sobre todo, a los hijos que no obedecían a sus padres.
En la astronomía se consideró durante mucho tiempo a Némesis cómo una hipótesis que apoya la existencia de una pequeña estrella o una enana marrón en el Sistema Solar.
La imagen es una concepción artística de Némesis.
Esta hipótesis Némesis es una hipótesis astronómica que sustenta la posibilidad de que nuestro Sol forme parte de un sistema binario. En este sistema, la estrella compañera del Sol aún no descubierta se llamaría Némesis (la diosa griega de la retribución y la venganza) por los efectos catastróficos que produciría al perturbar periódicamente la Nube de Oort.
Según esta hipótesis, nuestro Sol al igual que el 50% de los sistemas de estrellas de la galaxia formaría parte de un sistema binario. Su otro foco sería una enana marrón o un pequeño agujero negro. El supuesto objeto, denominado “Némesis” por los investigadores, orbitaría a entre 1 y 3 años luz de su pareja.
Cada 26 millones de años, Némesis pasaría cerca o entraría en la nube de Oort, desestabilizándola y lanzando lluvias de grandes cometas en dirección al Sol, lo que nos explicaría la aparente periodicidad de los grandes impactos y las extinciones confirmada por el registro fósil y los estratos geológicos de iridio extraterrestre.
Un reciente estudió por la Universidad de Harvard y UC-Berkeley sugiere que, casi todas las estrellas probablemente nacen con un gemelo-incluyendo nuestro propio sol. Los hallazgos, recientemente aceptados para publicación en los Avisos Mensuales de la Real Sociedad Astronómica , se basan en observaciones de estrellas recién nacidas en una nube grande en la constelación Perseo.
Las estrellas nacen dentro de las nubes en forma de huevo llamadas núcleos densos. Estas nubes de gas polvorientas obstruyen la luz de las estrellas adentro y detrás de ellas. Pero afortunadamente para nosotros, las ondas de radio pueden penetrar a través de la oscuridad. El Very Large Array utilizó recientemente ondas de radio para asignar todas las estrellas jóvenes en el vivero Perseus , y los investigadores se basaron en estos datos para entender las relaciones entre las estrellas de diferentes edades.
Encontraron que las estrellas binarias separadas por distancias de 500 UA o más -es decir, 500 veces la distancia entre la Tierra y el Sol- eran estrellas extremadamente jóvenes de menos de 500.000 años de antigüedad. En estos sistemas, las dos estrellas tendían a alinearse con el eje largo de la nube en forma de huevo.
Las estrellas ligeramente más viejas, entre 500.000 y un millón de años de antigüedad, tendían a estar más juntas, separadas por unas 200 UA y no tenían una alineación particular dentro de la nube.
En el precisomomento de la formación del sol, este pudo estar cerca de su gemelo si hace parte de un sistema vinario, pero al pasar el tiemponestos se separaron como lobhacen todas las estrellas binarias, quedando a unos 2 o 3 añoz luz de Némesis.