La posibilidad de la presencia del agua en otros cuerpos en el universo es un buen indicio de la presencia de formas vivas fuera de la tierra. Microorganismos que puedan haber evolucionado cómo sucedió en la tierra. Al parecer éstos indicios se han incrementado con la posible agua presente en una estrella enana.
El telescopio orbital “Hubble” arrojó claros indicios de la posible existencia del agua en un sistema planetario de una estrella enana ultrafria a 40 años luz de la Tierra. El sistema planetario esta compuesto por lo menos de 7 planetas que orbitan al rededor de esta estrella ultra fría.
El 22 de febrero de 2017, un equipo de astrónomos de la NASA y la ESA, anunciaron el descubrimiento de estos siete planetas del tamaño de la Tierra, los cuales orbitan la estrella enana extrafina TRAPPIST-1, a 40 años luz de distancia . Esto hace TRAPPIST-1 el sistema planetario con el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra descubiertos hasta ahora.
Siguiendo con el descubrimiento, un equipo internacional de científicos liderado por el astrónomo suizo Vincent Bourrier del Observatorio de la Universidad de Ginebra, utilizó el Espectrógrafo de Imágenes de Telescopio Espacial (STIS) en el Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA para estudiar la cantidad de radiación ultravioleta recibida por los planetas individuales del sistema.
“La radiación ultravioleta es un factor importante en la evolución atmosférica de los planetas”, explica Bourrier. “Como en nuestra propia atmósfera, donde la luz ultravioleta separa las moléculas, la luz ultravioleta de las estrellas puede romper el vapor de agua en las atmósferas de los exoplanetas en hidrógeno y oxígeno”.
Mientras que la radiación ultravioleta de baja energía rompe las moléculas de agua -un proceso llamado fotodissociación- los rayos ultravioleta con más energía ( radiación XUV ) y los rayos X calientan la atmósfera superior de un planeta, lo que permite escapar de los productos de la fotodissociación, hidrógeno y oxígeno.
Como es muy ligero, el gas hidrógeno puede escapar de las atmósferas de los exoplanetas y ser detectado alrededor de los exoplanetas con el Hubble, actuando como un posible indicador del vapor de agua atatmosférica. La cantidad observada de radiación ultravioleta emitida por TRAPPIST-1 de hecho sugiere que los planetas podrían haber perdido cantidades gigantescas de agua a lo largo de su historia.