Durante mucho tiempo se ha considerado a las emisiones de dióxido de carbono como los únicos agentes causantes del deterioro de nuestra capa de ozono, sin embargo un estudio reciente por investigadores del los Estados Unidos y Reino Unido han encontrado una nueva amenaza que puede afectar directamente la capa de ozono colocando en riesgo la vida sobre la Tierra.
La investigación hace ver la importancia que ha tenido el acuerdo sobre el Protocolo de Montreal, el cual ha sido aclamado por controlar las sustancias químicas a base de cloro que crearon un gran agujero en la capa de ozono sobre la Antártida, Pero al mismo tiempo muestra como la nueva investigación realizada por científicos británicos y estadounidenses sugiere que un producto químico no controlado por el tratado internacional representa un riesgo potencial para la capa de ozono protectora de la Tierra. El producto químico es diclorometano – un disolvente industrial a base de cloro y decapante cuyas concentraciones han aumentado rápidamente en la atmósfera durante la última década.
La investigación demostró que si las concentraciones de diclorometano continúan aumentando, podría compensar algunas ganancias obtenidas bajo el Protocolo de Montreal y retrasar la recuperación de la capa de ozono. “Los aumentos observados para el diclorometano a partir de nuestras mediciones son sorprendentes e inesperados”, dijo el científico de NOAA Steve Montzka, coautor del artículo, y añadió “Las concentraciones estaban disminuyendo lentamente a finales de los años noventa, pero cambiaron de rumbo y se han duplicado desde principios de los años 2000”.
Una particularidad muy importante se encuentra el los componentes de este disolvente que esta afectando nuestra atmósfera. A diferencia de los clorofluorocarbonos (CFC) y gases semejantes de larga vida que son responsables de la mayor parte del agotamiento del ozono, el diclorometano tiene una vida útil corta y no está controlado por el Protocolo de Montreal.
Es realmente una nueva amenaza para la vida en la Tierra, y su peligrosidad para la capa de ozono se incrementa por la falta de regulación sobre el agente diclorometano. Todas las regulaciones creadas bajo el acuerdo de Montreal tratan de controlar los principales vectores que fueron determinados como causantes del agotamiento progresivo a la capa de ozono a través de la historia. Pero, paradójicamente, no se esta regulando este nuevo compuesto tan perjudicial para la capa protectora de la vida en la tierra.