Nuestro planeta ha sufrido grandes extinciones masivas, un ejemplo muy conocido es la desaparición de los saurios en el jurásico tardío, la cual extinguió los grandes reptiles que dominaban la tierra. En los últimos 540 millones de años, nuestro planeta ha sufrido cinco eventos de extinción en masa, cada uno involucrando procesos que alteraron el ciclo normal de carbono a través de la atmósfera y los océanos.
Un reciente estudio científico publicado en la Revista Science Advances se expone la posibilidad de una próxima extinción masiva en el 2100 aproximadamente. La investigación propone que la extinción en masa ocurre si uno de los dos umbrales biológicos de nuestro planeta es cruzado: Para los cambios en el ciclo del carbono que ocurren en escalas de tiempo largas, las extinciones seguirán si esos cambios ocurren a velocidades más rápidas de las que los ecosistemas globales pueden adaptarse. Para las perturbaciones del carbono que tienen lugar en escalas de tiempo más cortas, el tamaño o magnitud del cambio determinará la probabilidad de un evento de extinción.
En la actualidad, las emisiones de dióxido de carbono han aumentado constantemente desde el siglo XIX, la revolución industrial impulsada por la quema del carbón fue uno de los agentes que más acelero este proceso en nuestro planeta, lo cual puede ser bastante perjudicial para la vida biológica debido a que el ciclo del carbono se ha acelerado rápidamente en todos los ambientes naturales. Este cambio rápido del ciclo del carbono propiciado por la intervención humana podría conducir a la extinción en masa de los seres vivos en la tierra, aunque no se pueden ver a simple vista o notar mucho en el ambiente debido a que estas anomalías de carbono ocurren durante miles o millones de años, hasta las interrupciones de hoy, que han tenido lugar durante poco más de un siglo.
El Doc, Daniel Rothman, profesor de geofísica del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Planetarias del MIT y co-director del Centro Lorenz del MIT, ha analizado cambios significativos en el ciclo del carbono durante los últimos 540 millones de años, incluyendo los cinco eventos de extinción masiva . Ha identificado “umbrales de catástrofe” en el ciclo del carbono que, si se superan, conducirían a un entorno inestable y, en última instancia, a la extinción en masa.
Al mismo tiempo, Rothman predice que la reciente subida de las emisiones de dióxido de carbono en una escala de tiempo relativamente corta, apuntan directamente a una sexta extinción masiva, la cual dependerá de si una cantidad crítica de carbono se agrega a los océanos. La cual se calcularía que podría ser de 310 gigatonelones, que estima ser aproximadamente equivalente a la cantidad de carbono que las actividades humanas habrán agregado a los océanos del mundo para el año 2100.
Este estudio deja bastante alarmada a la comunidad científica, al igual que cimienta las bases para que los humanos comprendamos la importancia del buscar fuentes de energías alternativas que regulan las emisiones de carbono a la atmósfera. El rápido crecimiento industrial en algunos países hasta la fecha sigue siendo preocupación con base en este estudio debido a que este crecimiento está impulsado en energía proveniente de la quema del carbón, al mismo tiempo también se puede incrementar las emisiones si los seres humanos no cambiamos nuestra forma de producción de energía industrial, reduciendo al mismo tiempo el periodo de una próxima extinción masiva para el año 2080.