Cuando el ser humano dio sus primeros pasos como un ser inteligente e la tierra nunca se imagino hasta donde llegaríamos como especie, nunca pensó en la capacidad que tendríamos para controlar nuestro ecosistema y salir al espacio exterior en busca de otros lugares habitables, realmente ha sido una gran odisea nuestro largo camino que hemos recorrido como seres vivos hasta este momento, en la cual hemos olvidado gran parte de ella y buscamos por medio de los análisis recopilar información para recrear nuestra historia evolutiva; pero en general no nos fijamos en nuestros cambio que seguimos sufriendo como seres vivos sobre la tierra.
Un reciente estudio genético masivo realizado por la Revista PLoS Biology , muestra cómo los seres humanos están evolucionando lentamente sin percatar esos cambios corporales. El estudio fue realizado mediante un análisis genético realizado a 2150.000 participantes al rededor del mundo, para determinar los posibles cambios individuales en las personas que pueden presentarse por la variación del medio ambiente, pero realmente se descubrió que estamos evolucionando genéricamente como especie.
El estudio a su ves descubrió que estos cambios están asociados a la supervivencia de las personas en el medio ambiente, esto representaría un aumento en el tiempo de vida de las personas lo que a su ves deduce que en el futuro los individuos podrán tener mas posibilidades de vida. Por medio del muestreo realizado en 215.000 individuos y la recopilación de información en grandes bases de datos genéticas estadounidenses y británicas se ha podido descubrir más de 8 millones de mutaciones comunes, además de los hallazgos encontrados que parecían ser menos resistentes con la edad. Una variante del gen APOE , que está fuertemente ligada a la enfermedad de Alzheimer, rara vez se encontró en mujeres mayores de 70 años. Y una mutación en el gen CHRNA3 asociado con fumar pesado en los hombres se perdió en la población a partir de la edad media. Las personas sin estas mutaciones tienen una ventaja de supervivencia y tienen más probabilidades de vivir más tiempo, sugieren los investigadores.
Frente a este estudio se pronuncio Hakhamanesh Mostafavi, un biólogo evolutivo de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York que dirigió el estudio, de la siguiente manera:
“Si una variante genética influye en la supervivencia, su frecuencia debería cambiar con la edad de los individuos supervivientes”.
Continuo argumentando:
“Las personas que llevan una variante genética dañina mueren a una tasa más alta, por lo que la variante se vuelve más raro en la parte más antigua de la población”.
El estudio a su vez se deduce como la evidencia de la evolución en el trabajo. En términos evolutivos, tener una larga vida no es tan importante como tener una reproductivamente fructífera, con muchos niños que sobreviven a la edad adulta y el nacimiento de su propia prole. Por lo tanto, las mutaciones perjudiciales que ejercen sus efectos después de la edad reproductiva se podría esperar que sea “neutral” a los ojos de la evolución, y no se seleccionó contra.