Se conocen como “Trichechus” a un género de mamíferos sirénidos de la familia de los triquéquidos (Trichechidae), en la actualidad se consideran como los únicos representantes de esta familia. Son conocidos como manatíes o vacas marinas.
Son animales de hábitos apacibles herbívoros que pasan la mayor parte de su tiempo buscando e ingiriendo las plantas ribereñas y del lecho marino de aguas poco profundas. Los manatíes viven en aguas tanto dulces como saladas, cerca de las costas de América y África.
Su único depredador es el hombre; y aunque no existen registros, se presume que con poca frecuencia las orcas podrían atacar a los triquéquidos, puestos que estos, por ser grandes, lentos y gordos, parecen una presa ideal para estos depredadores; sin embargo, debido a la distribución de los triquéquidos, que principalmente se da en aguas costeras y de relativa baja profundidad (y frecuentemente en aguas dulces) de los trópicos, en donde las orcas aparecen en raras ocasiones, se cree que los triquéquidos escapan de su depredación frecuente.
Este raro nombre “manatí”, en la lengua indígena caribeña, significa “con mamas”. Este nombre hace referencia al hecho de que este animal alimenta a sus crias de forma similar a la mayoría de los mamíferos y su nombre científico proviene del vocablo latino Trichechus, que hace referencia a los pequeños pelos o cerdas esparcidas sobre su cuerpo; y manatus proviene del vocablo griego μανάτος (manatus), que se refiere a la característica común de los mamíferos de amamantar a sus crías.
Sus características.
Dentro de las características más relevantes de este animal podemos encontrar su gran cola con aspecto de pez. La longitud del cuerpo alcanza entre 3 y 4,5-6 m, y el peso oscila entre 300 y 500 kg. El cuerpo es gris con intersticios rosados. Se distinguen de los dugongos por tener una cola aplanada horizontalmente en forma de espátula, en vez de forma de media luna.
Sus hábitos reproductivos.
Cada 2 a 5 años la hembra da a luz una cría, la cual al nacer en promedio pesa 35 kg y mide de 90 a 120 cm de largo. La cría depende totalmente de su madre y permanece con ella por lo menos 2 años. Solamente la hembra se encarga de cuidar la cría, dándole leche hasta que sus dientes estén bien formados para comer alimentos duros. Son adultos a los 4 años y pueden vivir hasta los 80.