Solo imaginarnos las sensaciones que podríamos sentir al vivir en una casa de hielo es todo un reto, quizás nuestros sentimientos se encuentren entre el miedo por sentir que las paredes se vendrán a bajo o quedaremos a la intemperie después de un lento des-congelamiento de esta; Bueno, en la práctica resulta todo lo contrario, quizás sea una de las mayores experiencias que tengamos en nuestra vida, vivir al abrigo de un hotel de hielo, muy parecido a los iglú que utilizan algunas comunidades nativas del norte de Canadá.
El hotel de hielo se encuentra en la estación eco turística de Suecia donde es posible realizar todo tipo de deportes y actividades de invierno, con lo que el tiempo libre siempre está ocupado. Precisamente por haber sido concebido partiendo de la idea de una exhibición de arte de hielo, cada año un artista diferente realiza el diseño de este famoso y especial hotel. La construcción y su alrededor tiene una extensión de 4.000 m².
Para que la construcción de este hotel de hielo o Ice Hotel sea posible, se necesita disponer principalmente del hielo. El hielo es obtenido del río Torne que se congela todos los años, y que permanece cubierta por una capa de un metro de hielo durante la mayor parte del año. Muchos arquitectos, artistas y diseñadores la utilizan como fuente para poder hacer sus obras. El agua es impecable y produce un cristal claro y transparente.
El hotel consta de:
- Una iglesia de madera, la más antigua de la zona, construida en 1606
- Un museo de los objetos de la vida de los Saami, una nación de la región
- Un sauna de hielo
- Un cine
- Las habitaciones
- Un único bar llamado Absolut Ice Bar.
Este bar tan peculiar tiene unas columnas que llevan congeladas desde 1994 que sostiene una barra, donde se sirven bebidas en vasos de hielo. Las habitaciones están iluminadas por lámparas de aceite y débiles rayos de sol ártico. Los ruidos son casi inexistentes, ya que las gruesas y firmes paredes de nieve hacen que los sonidos se escuchen diferentes. El hotel ofrece un servicio de ayuda, como un curso y da consejos para poder dormir a tan bajas temperaturas. Las camas estas cubiertas por pieles y sacos polares de dormir.
A lo largo de la historia esta región se ha caracterizado por su gran atracción de turistas, aproximadamente en los años 70, era una zona de turismo donde se realizaban actividades en verano como es el rafting o la pesca de río. En los meses del año en los que oscurecía y hacía mucho más frío, los habitantes del pueblo o villa tomaban el tiempo para invernar, razón por la cual los turistas eran muy escasos o casi inexistentes.
La primera construcción del hotel de hielo data de los años 80, donde se construyó un hotel en miniatura, o propiamente dicho, un iglú de 60 m². A partir de entonces la abundancia de turistas que la visitan en invierno se hizo cada vez más habitual, atraídos por el ambiente, el paisaje de nieve y la experiencia y oportunidad de poder vivir algo extraordinario y original como es dormir en un hotel de hielo.
Hoy en día, los turistas tienden a viajar a lugares que no fueron tan destacables en el pasado, y también tienden a buscar la originalidad, como es el ejemplo de dormir en un hotel de hielo y poder dormir a siete grados de temperatura. Esta región de Suecia es una de las zonas con mayor confluencia de turistas dentro del país, a través de la historia se mantiene un recuento de unos 400 años, en los cuales se mantiene una estadística donde se recibe aproximadamente una media de mil turistas de todas partes del mundo, con intención de disfrutar de esa tradición tan extraña y las maravillosas auroras boreales y el sol de medianoche que se puede ver entre la nieve y otros obsequios de la naturaleza.